S.D. HUESCA

Luis Helguera: «Lo único que queda es el escudo»

El centrocampista cántabro cumplió en la pasada jornada 100 partidos de Liga defendiendo la camiseta del Huesca.

Helguera, en la imagen, listo para golpear el balón en el entrenamiento de ayer.
Luis Helguera: «Lo único que queda es el escudo»
RAFAEL GOBANTES

Luis Helguera (Santander, 1976) saltó ayer a la sala de Prensa de El Alcoraz para hacer bagaje de sus cien partidos defendiendo la camiseta azulgrana, y también dibujó cierta nostalgia de quien sabe de primera mano que el fútbol ha cambiado. Sus primeras palabras fueron de agradecimiento a 'Rodri', su amigo, quien hizo posible que forme parte de la historia del club. El cántabro le preguntó si había sitio en el equipo hace dos temporadas y media y el acuerdo se cerró rápido para que debutara contra el Nastic, en Tarragona. Todo un lujo para la afición azulgrana poder contar con un jugador que lo da todo sobre el campo, que nunca rehuye de la brega y con un amplio currículo deportivo. El Vicenza, la Fiorentina, el Ancona, Alavés, Udinese y Real Zaragoza fueron antes sus casas y ahora es el Huesca donde se siente querido. No dijo que era su hogar, pero casi. «Estoy como en mi casa. Me acuerdo de Rodri porque él hizo posible que viniese, pero también quiero agradecer estos cien partidos a los técnicos, compañeros, a todo el club», afirmó Helguera.

El centrocampista reconoció que el actual fútbol, en líneas generales, ha perdido el sentimiento a un club de anteriores temporadas. «El de ahora es un fútbol más complicado. Ya no hay jugadores que pasan 10 años en un club. No hay tanto arraigo», dijo. Y subrayó que por encima de los jugadores, siempre está el club. «Todos pasamos, los jugadores, los entrenadores, los directivos, nadie es imprescindible. Al final, lo que queda es el escudo».

Helguera se mostró contento en el plano individual y colectivo, porque los objetivos desde que llegó se están cumpliendo. Al ser preguntado sobre qué se quedaría de su experiencia en el Huesca fue tajante en su respuesta: «El vestuario. Me quedo con todos los compañeros. Es que aquí estoy muy cómodo. Hay un ambiente perfecto para jugar al fútbol y, además estamos creciendo en todos los aspecto». Helguera echó la vista atrás y recordó que cuando llegó «no había sala de prensa, ni vestuarios, casi ni agua. Teníamos que entrenar a campos prestados... Y ahora todo eso ha cambiado. Disfruto del día a día».

El cántabro dibujó un Huesca que se está construyendo sobre pilares firmes e insistió en que lo importante es el día a día de un club que lo adjetivó como «familiar». A lo largo de su dilatada trayectoria tan solo ha encontrado un cierto parecido al Alavés en el que militó en la temporada 2002/03. En este sentido recalcó que el valor del bloque azulgrana es la preocupación por el compañero, algo que tendría que ser lo normal, pero que no lo es. «Esto hace que este club sea especial, una armonía que hay que saberlas mantener y en el día a día y por eso, el fútbol no es el ayer ni el mañana sino el hoy, y hoy es el Córdoba -rival el sábado del Huesca en El Alcoraz-», indicó.

Y en ese día a día advirtió que con el nuevo formato con el que se regulan la competición, la salvación está más complicada que en las dos temporadas anteriores por lo que prevé tensión hasta el final de la Liga.