SOBRARBE

Los Amigos de los Caminos denuncian los destrozos de una empresa maderera

Los operarios ya han reparado parte de los daños causados en el sendero entre Aínsa y Labuerda.

La tala de pinos acabó con parte de la señalización.
Los Amigos de los Caminos denuncian los destrozos de una empresa maderera
MAMEN PARDINA

La Asociación de Amigos de los Caminos Tradicionales de Sobrarbe ha tenido que trabajar por partida doble tras los destrozos producidos por una empresa maderera en el sendero recuperado que une Aínsa con Labuerda, conocido como el Camino de Mallorcas. En la rehabilitación del patrimonio natural, el grupo de voluntarios señalizó esta ruta, utilizada antiguamente como enlace de estos pueblos, para hacerla transitable y ofrecerla como ruta para la 'Quedada de BTT', que tendrá lugar los días 28 y 29 de mayo en Sobrarbe.


A mediados de febrero, el camino y la señalización desaparecieron tras la tala de unos pinares en un monte particular. Las máquinas destrozaron la ruta recuperada y las ramas fueron abandonadas por el camino, por lo que la asociación trató de hablar con la empresa para que rectificara. «Los maderistas han entrado como un elefante en una cacharrería y han destrozado un camino que iba a ser una de las propuestas de la Quedada de BTT que próximamente va a tener lugar en Aínsa», explicó Ángel Chéliz, miembro activo de la asociación.


Los vecinos lamentan que la zona «ha perdido parte de su encanto con la tala de pinos». Entienden las tareas de sacar madera, pero no las maneras. «El paso de una máquina buldózer ha destrozado el camino, además han tirado las ramas al sendero y se han llevado por delante la cartelería de madera que habíamos colocado para darle identidad», añade Rafael Bergua, otro de los socios.


Tras ponerse en contacto con el alcalde de Labuerda, Enrique Campo, les aseguró que la empresa arreglaría los desperfectos pero con el paso del tiempo, fue de nuevo la asociación quien recuperó parte del trazado. Cuando ya nada se esperaban de los maderistas, el lunes se encontraron con la sorpresa que la empresa había arreglado parte de los destrozos.