AGRICULTURA

Riegos del Alto Aragón moviliza a los agricultores

Un informe del Instituto Geológico detectó carencias en el expediente de impacto ambiental.

Los convocantes de la marcha por Biscarrués envían 8.000 cartas y organizan asambleas en nueve localidades.
Riegos del Alto Aragón moviliza a los agricultores

«Es un momento crítico para nuestro regadío y es tu responsabilidad acudir a la manifestación si después quieres tener el agua asegurada para ti y para tus hijos en tu finca». Es el mensaje que ha enviado Riegos del Alto Aragón a los 8.000 usuarios del sistema, a través de otras tantas cartas, para animarles a participar en la manifestación del 9 de abril en Zaragoza en favor del embalse de Biscarrués.


En el documento recuerda que «llevamos más de 40 años reclamando la regulación del río Gállego sin éxito», escuchando «promesa tras promesa» y que, pese a ceder en una rebaja de la capacidad de 192 a 35 hectómetros cúbicos, «ha servido para poco», porque a día de hoy el proyecto sigue bloqueado, pendiente de la Declaración de Impacto Ambiental, que demora «una y otra vez» el Ministerio de Medio Ambiente. La misiva concluye con la siguiente frase: «Si no vienes, después no te quejes de la falta de agua».


Junto al envío de 8.000 cartas a los usuarios, se han cursado invitaciones a todos los ayuntamientos que se suministran de los canales -hay 114 abastecimientos urbanos-, con casi 70.000 habitantes, así como a asociaciones y entidades de la zona regable. Y cuando faltan poco más de dos semanas para la movilización, Riegos también celebra a partir de hoy asambleas informativas en nueve localidades, además de las reuniones programadas con instituciones y partidos políticos para pedir su respaldo a la convocatoria, cuyo lema es «Agua de Aragón para Aragón».

 

Informes contradictorios

La Declaración de Impacto Ambiental está todavía pendiente de nuevos estudios. Ecologistas en Acción dio a conocer ayer un documento, incluido en el expediente, firmado por el Instituto Geológico y Minero de España (IGME). Fue remitido al Ministerio de Medio Ambiente en agosto de 2010 y está basado en un recorrido de campo. En él se dice que el proyecto «adolece de la realización de varios estudios que se consideran necesarios» respecto a la estabilidad de las laderas -«en la zona hay abundantes movimientos»- y a las filtraciones en la cerrada y en el vaso por la permeabilidad del terreno. Además sugiere medidas correctoras que no se han tenido en cuenta. Al parecer, la Confederación Hidrográfica del Ebro ya contestó a las dudas planteadas por estos técnicos.


La estabilidad de las laderas fue objeto de un análisis en profundidad en el año 2004, en previsión de que éste fuera un punto débil en la Declaración de Impacto Ambiental. Entonces, además de la supervisión sobre el terreno, se llegaron a realizar sondeos de hasta 50 metros de profundidad. Además se partía de un proyecto para un embalse de 192 hectómetros cúbicos, y no de 35 como el actual.


El Centro de Estudios y Experimentación de Obras Públicas (Cedex), también un organismo oficial, descartó «un desplazamiento rápido y simultáneo» de la ladera del paraje de la Raya y añadió que la zona «es estable considerada en su conjunto». Además de descartar un riesgo en caso de caer al embalse parte de la ladera y desbordar la presa, entendía que en caso de deslizamiento el embalse ayudaría a frenar la expansión de la ola.


El Cedex se basaba precisamente en el estudio realizado por el mismo Instituto Geológico Minero, que hizo dos campañas de sondeos: de julio a noviembre de 2003 y en el mismo periodo de 2004. Este estudio se complementó con otros posteriores, uno de ellos de la Facultad de Geología de la Universidad de Zaragoza, en los que se han analizado el resto de laderas y el vaso.