MEDIO AMBIENTE

Denuncian los problemas ambientales y de seguridad por la chatarra en el Cinca

El grupo de CHA en Monzón ha pedido a la Confederación Hidrográfica que retire las estructuras metálicas que desde hace décadas jalonan el río a su paso por este municipio.

Dos grandes tubos oxidados, en medio del cauce del Cinca.
Denuncian los problemas ambientales y de seguridad por la chatarra en el Cinca
CHA

Vestigios del antiguo puente que fue volado durante la Guerra Civil, tubos de grandes dimensiones que pudieron ser utilizados como pasarela sobre el cauce y otras estructuras metálicas de procedencia desconocida jalonan desde hace años el río Cinca a su paso por Monzón. Su presencia es de sobras conocida por los vecinos de la zona, hasta tal punto que casi se ha asumido que la chatarra forma parte del paisaje, pero el grupo municipal de CHA en la capital mediocinqueña ha decidido ahora tomar la iniciativa y solicitará a la Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE) su retirada. Para ello, esgrimen razones tanto ambientales como de seguridad.


Los restos se localizan sobre todo en el tramo del puente sobre la vía férrea, el de N-240 y la desembocadura del Sosa. Uno de los principales focos es precisamente el paso de la carretera. En sus inmediaciones se encuentran varias estructuras de hierro y hormigón pertenecientes al antiguo puente destruido en la guerra que, por tanto, llevan abandonados más de 70 años. Pero no son los únicos desechos que aparecen en este lugar, puesto que hay otros más recientes, según denuncia el portavoz de Chunta en el Ayuntamiento de Monzón, Joaquín Palacín.


Además, el edil alerta de la presencia unos 200 metros aguas abajo, en el entorno de la desembocadura del río Sosa, de varios tubos de una longitud considerable cuyo origen es incierto. No obstante, Palacín comenta que posiblemente formaran parte de una estructura colocada sobre el río para atravesarlo, ya que tiempo atrás hubo allí una empresa dedicada a la extracción de áridos. Avalan esta hipótesis el hecho de que las conducciones utilizadas para salvar el cauce presenten un importante deterioro -están completamente oxidadas- y de que la planta dejara de funcionar hace tiempo. Además, Joaquín Palacín insiste en que, por su volumen y peso, los tubos «no han podido ser arrastrados por la corriente desde otro lugar».


A pesar de tratarse de un problema antiguo, el concejal de CHA explica que varios colectivos de la ciudad se han puesto en contacto con su grupo para mostrar su preocupación «ante la lamentable imagen que ofrece el río Cinca». Como muestra de los problemas derivados de estos residuos, comenta que «hay gente que quiere hacer piragüismo, pero no se atreve».


En este sentido, recalca que «esta situación ofrece una imagen descuidada del río, a la vez que supone un grave peligro para los usuarios del mismo, por ejemplo, los piragüistas, ya que la existencia de estas estructuras metálicas incrementa la posibilidad de que se produzcan accidentes».


Para Palacín, «es lamentable esta falta de sensibilidad y de respeto hacia nuestros ríos, no puede ser que vivamos de espaldas a ellos, por lo que exigimos a la Confederación Hidrográfica del Ebro que actúe con inmediatez en la retirada de estas estructuras que pueblan algunos tramos del Cinca».


Desde el organismo de cuenca informaron de que hasta ahora no constaban quejas relacionadas con este asunto, si bien aclararon que «en casos como este, cualquier administración es competente para actuar». Aunque Chunta todavía no ha presentado un escrito oficial ante la CHE, esta ya se ha puesto a trabajar para resolver la situación. De hecho, Palacín afirmó que hace unos días los guardas fluviales se personaron en el lugar con el fin de realizar una inspección.


Por su parte, el concejal de Medio Ambiente en el Ayuntamiento de Monzón, Miguel Aso (IU), confirmó la existencia de estos desechos desde hace décadas y reconoció que nunca ha habido protestas ni se ha pedido a la Confederación su retirada, «pero si se quitan, mejor», concluyó.