Visto y no visto. Galán ya está de nuevo en la disciplina de SD Huesca. El delantero navarro ha entrenado durante una semana con el Inter Turku de Finlandia. Él dice que quería quedarse. Asegura que el club finlandés también quería que se quedase. Pero no ha habido acuerdo en la duración del contrato. Porque la Liga de ese país termina en octubre y Galán quiere estar en julio en la pretemporada de Osasuna, club al que pertenece.

«Todo ha sido un poco rápido. He estado una semana entrenando, jugando algún partido, pero no hemos llegado a un acuerdo. Vuelvo aquí, donde tengo contrato, a luchar por la camiseta del Huesca». Esas fueron las primeras palabras de Galán, algo parcas, que dejaban varias incógnitas sin resolver sobre esta aventura nórdica de ida y vuelta.

Poco a poco, el punta azulgrana fue desgranando los motivos de su vuelta. «Ellos estaban ahora con la Copa, la Liga la empiezan en abril y termina en octubre, pero yo quiero estar en julio con Osasuna», señaló el ariete pamplonés. La historia no deja de tener un punto de rareza. Porque las fechas en las que transcurre la liga finesa ya se sabían antes de que el jugador acudiese a esta prueba. Y lo que dice la reglamentación sobre la opción de reengancharse luego al campeonato español también debía de ser conocido por todas las partes implicadas.

La única explicación medianamente coherente es que Galán confiara en pactar una participación de tres meses con el equipo finlandés para mantenerse activo hasta el verano. Algo que, por otra parte, también se podía haber hablado por anticipado. «La idea que barajábamos y que más posibilidades tenía era jugar con ellos tres meses de Liga para luego poder volver con Osasuna, pero no ha habido acuerdo entre las partes», admitió el futbolista.

El jugador quiso dejar claro que deportivamente había interés mutuo. «Ellos tenían interés en que fichara y yo también por hacerlo. No ha podido ser y ahora lo que me toca es luchar aquí». Galán se trae, al menos, una aventura bajo el brazo que el día de mañana podrá contar. «Hacía muchísimo frío, estábamos a quince o veinte grados bajo cero todos los días. Ha sido una experiencia muy bonita, que se la recomiendo a cualquiera». En Finlandia se ha encontrado un grado de seriedad que no esperaba. «Me sorprendió mucho la competitividad que hay, la forma de trabajar, el compromiso, su profesionalismo?».

Regreso feliz

De vuelta a Huesca, al sol del Montearagón, al ambiente cálido de un vestuario conocido, a Galán se le adivinaba feliz. «Los compañeros me han recibido muy bien, es un vestuario muy unido y les agradezco el apoyo que me han dado en mi vuelta», comentó. Y aunque para Onésimo apenas ha contado, su mensaje no pierde un ápice de optimismo. «Voy a seguir a muerte aquí, que queda mucha Liga. Quiero hacerme un hueco».

No obstante, el punta cedido por Osasuna no se cierra del todo la puerta a la opción de encontrar otro acomodo si la suplencia sigue siendo su hábitat natural en el conjunto azulgrana. «No me voy a tirar piedras contra mi tejado, aunque ahora prefiero centrarme en el Huesca y en acabar la temporada lo mejor posible», aseguró. La marcha del equipo oscense le inspira tranquilidad. «El equipo está bien. La situación es buena y hay que seguir en esta dinámica para establecernos en una zona tranquila».

Respecto al rival de este domingo, un Rayo Vallecano que llega como segundo clasificado en la tabla, Jorge Galán no cree que los problemas económicos le vayan a pesar en el terreno de juego. «Es un tema que les ha tocado vivir, que está pasando factura en algunos equipos. Una anécdota más que no influye en lo deportivo. Van a venir aquí como tiros. Es un equipazo que por algo está arriba. Habrá que correr mucho para ganarles», sentenció.