TRIBUNALES

El fiscal sostiene que la hija del anciano de Torrente no está implicada en el crimen

El ministerio público y la abogada de Griselda Moret han solicitado al juez del caso que retire la imputación de un presunto delito de encubrimiento por el asesinato de su padre.

Griselda Moret, con abrigo marrón, saliendo de los juzgados de Lérida con su abogada -derecha-.
El fiscal sostiene que la hija del anciano de Torrente no está implicada en el crimen
DIARI SEGRE

La Fiscalía de Lérida ha solicitado al juez que lleva el caso del crimen de Esteban Moret, un vecino de Torrente de Cinca de 84 años que el 5 de diciembre de 2010 apareció muerto a golpes en una finca agrícola de Massalcoreig (Lérida), que retire la imputación que pesa sobre la hija de la víctima por un presunto delito de encubrimiento. El ministerio público sostiene ahora que a la vista de las pruebas aportadas por los Mossos d'Esquadra, Griselda Moret no tuvo ninguna participación en el asesinato, del que se confesó autor su marido, Josep Blanch, que está en prisión preventiva.


A esta petición se sumó la abogada de la hija de la víctima, Andrea Lombana, del despacho Moragues de Lérida, que también solicitó el sobreseimiento libre de la causa con respecto a su cliente «porque no hay ni una sola prueba, ni siquiera un indicio, que indique que ella pudo participar en los hechos que ocasionaron la muerte de su padre ni en el posterior ocultamiento del cuerpo ni en el encubrimiento del crimen», subrayó ayer su letrada.


Los dos imputados por el crimen comparecieron el pasado viernes ante el juez, que informó a las partes de la apertura de un procedimiento por la ley del jurado para que presentaran las alegaciones que estimaran oportunas. La fiscal y la abogada de la hija de la víctima solicitaron el sobreseimiento de los cargos que pesan sobre Griselda Moret, pero el acto se tuvo que suspender ya que a Josep Blanch aún no le habían designado el abogado de oficio que él mismo había solicitado.


La letrada Andrea Lombana cree que la comparecencia se podría reanudar la semana que viene y entonces el juez tendría que resolver sobre la petición de exculpación. Mientras tanto, Griselda Moret tendrá que seguir compareciendo en los juzgados de Lérida los días 1 y 15 de cada mes.


Desde que fue detenida, Griselda Moret siempre ha mantenido su inocencia, primero ante los Mossos y posteriormente ante el juez del caso. En sus declaraciones, además, se ha mostrado convencida de que su marido no era capaz de haber cometido el asesinato ya que, según ella, mantenía una buena relación con su padre.

El marido confesó el crimen

Ella y su marido fueron detenidos el pasado 27 de enero en un apartamento de La Pineda (Tarragona) que era propiedad de la víctima. Josep Blanch, que en un principio negó su participación en los hechos, reconoció tras su arresto la autoría, primero ante la policía autonómica catalana y luego se ratificó ante el juez, pero no ofreció detalles del crimen alegando amnesia. Fue imputado por un presunto delito de asesinato y enviado a la cárcel de Lérida.


Sin embargo, los restos biológicos que recuperaron los Mossos d'Esquadra en la barra de hierro con la que el anciano supuestamente fue golpeado en la cabeza, antes de ser arrastrado a lo largo de unos 60 metros hasta una arqueta de riego, le delataron.


La autopsia del cadáver de la víctima reveló que le golpearon por un lateral, por lo que Esteban Moret pudo ver a su agresor antes del brutal impacto que acabó con su vida. Al parecer, la víctima, que en el momento de los hechos se encontraba sentada en una silla en el almacén de la finca -propiedad de Blanch-, fue atacada con una barra de hierro en la cabeza. Y parte de la sangre de la herida que le provocó fue a parar a la ropa de su asesino.


Según declararon en su momento la hija y el yerno del fallecido, que convivían con el anciano en Torrente desde que este enviudó hace 4 o 5 años, aquel 5 de diciembre estaban recogiendo olivas y al volver a la vivienda no lo encontraron, por lo que empezaron a buscarlo por los alrededores y lo localizaron en la arqueta próxima al almacén. Dieron aviso al 112, pero los medios desplazados no pudieron hacer nada por salvar la vida del hombre, aunque sí constataron que no había sufrido un accidente, ya que los golpes que presentaba eran «incompatibles con una caída».