El delantero Roberto García deberá someterse a diferentes pruebas en los próximos días para valorar con mayor exactitud el alcance de la lesión que le obligó a pedir el cambio en el minuto 63, en el transcurso del choque del pasado sábado frente a la Unión Deportiva Las Palmas (1-1).

El ariete madrileño sintió «el típico tirón» en la cara posterior del muslo al estirar la pierna para tratar de efectuar un control. El percance puede quedarse en una simple microrrotura o puede tener mayor importancia, pero hasta que no se mire la zona con detalle no habrá diagnóstico ni tiempo de recuperación, que puede ser de unas dos semanas.

El delantero de Hortaleza pidió el cambio con celeridad y fue sustituido por Tariq. Antes de abandonar el campo, y por indicación del cuerpo técnico -según se desprende de las palabras de Onésimo en la rueda de prensa- forzó la quinta cartulina amarilla para cumplir ciclo con el descanso, se supone que obligado, que va a propiciar su lesión. Si no iba a estar ante el Girona, mejor que se quede 'limpio' de amonestaciones y pueda intentar llegar al encuentro del Salamanca, dentro de un par de semanas.

Ochoa, nada grave

Las molestias de Ochoa, que fue reemplazado en el descanso por Gilvan, parecen más livianas y todo hace indicar que se van a quedar en una pequeña sobrecarga. A la enfermería hay que añadir la situación de Corona, cuya evolución se observará con más detenimiento esta semana, y la de Alberto Marcos, que por su veteranía necesita de descansos puntuales para poder ir afrontando la temporada. Sastre, por su parte, se encuentra en el dique seco por su lesión de menisco, que le tendrá fuera cuatro meses.

No obstante, con la llegada de Rigo, el comodín de Robert y la siempre eficaz solución de Helguera, Onésimo sigue contando con mimbres suficientes para conformar la retaguardia, aunque últimamente le está tocando realizar diversas variaciones.