Los clubes no dejan de ser hermandades, y el Club Atletismo Huesca (CAH) no iba a ser una excepción. La cena del viernes fue un homenaje interno. Para hacer piña. Un homenaje a los chavales que hacen posible el funcionamiento de la entidad y extensivo a los empresarios que colaboran con el CAH. Antonio Gutiérrez, presidente del CAH, 'agarró' el micrófono y, una vez más, no pudo evitar cierta emoción por lo hecho en el año anterior, por recordar a los que el viernes no pudieron estar en la cena, y a los «voluntarios forzosos» que son parte fundamental del músculo del club. Recalcó que los deportistas también impulsan el dar a conocer Huesca fuera de sus fronteras y Pedro Gracia, director deportivo, narró con anterioridad los torneos que organizan, muchos de ellos con el sello 'open', que sirven para que clubes de otras muchas ciudades recalen en la capital altoaragonesa para competir.

El presidente del CAH mandó un mensaje (más) a los chavales que se forjan en las distintas secciones del club. En esta línea dijo que «no es difícil llegar si se planifica y hay esfuerzo», y subrayó que «sin mis colaboradores, este club no sería lo mismo».

Como en ediciones anteriores, la fiesta del Club Atletismo Huesca tuvo a un deportista vinculado a la ciudad en la mesa de honor. En este caso fue quien llevara el brazalete de capitán del Peñas de la ACB durante muchas temporadas, Alberto Alocén. «Me llena de orgullo -dijo- este reconocimiento. Que después de 20 años se acuerden de ti es muy bonito. Y ahora que conozco más el Club, aún estoy más orgulloso de este premio».

La cena terminó con la entrega de premios a los mejores de distintas secciones de la entidad, un bingo y el sorteo de numerosos regalos donados por distintas empresas de Huesca capital.