PREOCUPACIÓN

«Si no suavizan la ley antitabaco, en mes y medio llegarán los primeros despidos y cierres de bares»

Adolfo Sesé, presidente de la Asociación de Cafés y Bares de Huesca, alerta de las graves consecuencias laborales de la nueva ley que, según los primeros cálculos, ha causado este primer mes una caída de ventas entre el 15 y el 40%.

Adolfo Sesé acumula ya treinta años de vida profesional en el mundo de la hostelería.
«Si no suavizan la ley antitabaco, en mes y medio llegarán los primeros despidos y cierres de bares»
RAFAEL GOBANTES

A punto de cumplirse un mes de la nueva ley antitabaco, ¿qué impacto económico ha tenido hasta ahora en los 400 bares y restaurantes de la capital oscense?

Sabíamos que iba a repercutir, pero ninguno de nosotros creía que tanto. Los más optimistas hablan ya de un descenso de ventas del 15% y los más pesimistas llegan al 40%. Las 72 asociaciones de España vamos a hacer una encuesta a los 360.000 establecimientos y allí tendremos el diagnóstico definitivo. Lo único que hemos ganado es que la ropa ya no te huele a tabaco y que no hay tantas colillas en el suelo. Es otro tipo de hostelería porque ahora no se liga una conversación, el cliente que invitaba a otro a una caña y un cigarro se ha perdido...

Con este descenso de ventas, ¿temen que lleguen pronto los primeros despidos o incluso cierres de bares en Huesca?

Sin duda. Hay hosteleros que ya aseguran que, si no cambia el panorama, en mes y medio tendrán que echar gente a la calle e incluso cerrar porque en estas condiciones no van a llegar al verano. Luego está el problema de los bares que no pueden poner terraza por imposibilidad física y que el verano les va a acabar de rematar.

¿Y qué impacto están teniendo estas pérdidas en otros sectores vinculados a la hostelería?

Lo están notando bastante. Hay proveedores de cerveza, por ejemplo, que están vendiendo el 50% de barriles en bares de barrio, de pueblos o en locales sociales. Y al igual que ellos están los panaderos, los distribuidores de refrescos, la publicidad...

¿Cree que recuperarán ventas cuando llegue el buen tiempo?

Al menos se maquillará la situación. Hay un tanto por ciento alto del cliente de barra que es fumador y que no le gusta la terraza, pero el público de familia y de amigos va a encontrar su lugar de reunión en las terrazas. Eso llevará a un considerable incremento de metros de veladores este año en Huesca. Yo, por ejemplo, voy a tener que doblar porque la gente me lo va a demandar.

El Ayuntamiento ha echado una mano a los hosteleros al haber decidido no cobrar por las mesas con ceniceros que han sacado muchos bares a la calle.

Ha sido una decisión positiva. Además, tenemos pendiente una reunión para ver cómo agilizan los permisos de terrazas porque varios establecimientos habían pedido hacer cerramientos antes de que entrara en vigor la ley les ha sido prácticamente imposible, pero de cara al invierno que viene habrá que flexibilizar las condiciones dentro de la legalidad.

¿A qué establecimientos les está afectando más la prohibición?

Está afectando a todos, pero mucho más a los bares de barrio y de los polígonos que viven de los almuerzos, de las partidas de guiñote, de la retransmisión de partidos de fútbol... En hostelería hoy en día necesitas a todos los clientes y ahora a esos bares les falta una pata del banco. Además, esta ley nos ha puesto a arbitrar un partido entre fumadores y no fumadores que no hemos elegido.

Y de momento, ¿cómo va?

Bien, porque la gente está demostrando una gran educación. No obstante, hay tanto miedo a la ley que se ha llegado al extremo de que los camareros ya ni siquiera dan fuego a los clientes dentro del local, prefieren dejárselo para que se lo enciendan fuera. Desde que entró en vigor la ley estoy pasando los peores días de mis 30 años de vida profesional porque estás más pendiente de cómo reaccionan los clientes que de tu trabajo.

¿Cree que hay margen para modificar la ley y contentar a los hosteleros manteniendo los derechos de los no fumadores?

La ley no la van a echar atrás, pero se puede elaborar un reglamento para suavizar algunas prohibiciones. Respetamos a los socios que quieren que no se fume, porque en Huesca los hay, pero creemos que hay soluciones técnicas, con máquinas de extracción y salas cerradas, que permitirían convivir a fumadores y no fumadores. Además, otros países europeos han suavizado sus leyes como Bélgica, que seis meses después ha dejado fumar donde no se elabora comida y los bares de ocio nocturno, y también Holanda, que después de dos años ha dejado que se fume solo en los bares regentados por autónomos porque allí cuidan mucho al trabajador.

Todavía no ha empezado la temporada de bodas, bautizos y comuniones pero ¿qué expectativas tienen los restaurantes?

Tienen mucho miedo a que los clientes prefiera ahora contratar una empresa de cáterin en lugar de un restaurante porque les dejen fumar en una finca privada.

Ante esta situación, ¿tienen futuro los clubes de fumadores?

Alguien puede montar un club de fumadores por despecho y de forma altruista para que sus amigos puedan fumar, pero siempre y cuando tenga la cartera cubierta porque los clubes de fumadores tienen tantas restricciones que no son viables como negocio.

Queda mucho tiempo todavía, ¿pero cree que esta ley podría hacer resentir el exitoso concurso de tapas de noviembre?

No creo porque, al igual que el concurso de tapas, los bares que ofertan un tipo especial de producto se han resentido menos. Los locales que tienen clientes que se toman algo y se van, solo han notado que las consumiciones son más rápidas. A los que ha afectado realmente es a los establecimientos cuyos clientes consideran el bar como su hogar y que les gusta tomarse el café tranquilo o jugar una partida. Por eso, el cliente de tapas que entra, toma y se marcha no disminuirá.