Cañones a toda máquina mientras llega la nieve

El intenso frío que desde finales de la pasada semana acecha el Alto Aragón ha sido bien recibido en las estaciones de esquí que, a la espera de que lleguen las ansiadas nevadas, aprovechan las bajas temperaturas para fabricar nieve artificial que permita reparar el manto nivoso.

Con temperaturas cercanas a los diez grados bajo cero se despertaron ayer los cinco centros de esquí altoaragoneses. «Son frías, pero no extremas», recalcó Jaime Río, director comercial de Cerler. «A las ocho de la mañana estábamos a -9 grados», describió Andrés Pita, director comercial de Astún, quien señaló que durante el fin de semana fueron todavía más bajas y que el domingo a la hora de apertura el termómetro marcaba -12. No obstante, el viento norte ha amainado y la sensación térmica no es tan baja como en días anteriores.

Estas temperaturas no impiden que los aficionados disfruten de las pistas y, mucho más importante, permiten fabricar más nieve. «Los cañones estarán en marcha todo el día», explicó Jorge Navarro, responsable de Comunicación de Candanchú. «Si hubiera mucha nieve, como pasó la temporada anterior, los encenderíamos solo por la noche», reconoció.

Lo mismo ocurre en el resto de centros. «A todo trapo tenemos los cañones», indicó Jesús Agustín, responsable comercial de Panticosa. «Lo bueno es que este frío nos permite fabricar nieve a cualquier cota -informó Jaime Río-, incluyendo las más bajas» que son precisamente las más necesitadas. Porque la temporada arrancó bien, pero la ausencia de temporales de nieve y la lluvia que cayó en la semana de Navidad dejaron a las estaciones con lo justo. No obstante, según las previsiones que barajan, a finales de esta semana podría nevar en el Pirineo aragonés.