Las máquinas ya han entrado en la plaza Latre, en el corazón del casco antiguo de Huesca, para volver a cambiar la imagen de un espacio que se acondicionó hace seis años. Respondiendo a la demanda de los vecinos y de la Asociación del Casco Antiguo Osce Biella, se va a sustituir la gravilla que había entre las gradas por cemento, logrando así un aspecto más uniforme.

Además, del pavimento se va a cambiar la fuente que había por otra con pulsador para evitar que de ella beban los perros. Por último, se colocarán bancos junto a los bordes del graderío para impedir que los coches invadan la plaza a la hora de aparcar, según indicó el concejal de Urbanismo, Domingo Malo.

Las obras tienen un presupuesto de 41.000 euros y estarán terminadas antes de febrero. Su financiación está a cargo del ARCH (Área de Rehabilitación del Centro Histórico). La reurbanización conllevará el cambio en la dirección de la circulación, solicitada también por los vecinos de forma que los conductores tengan más visibilidad a la hora de salir del recinto. Esta variación se ha llevado a cabo con el pertinente informe de la Policía Local y se enmarca dentro de los planes de peatonalización previstos para esta zona de la ciudad.