ARTE ECLESIÁSTICO

El Museo Diocesano de Barbastro recibe en su primer mes 1.700 visitas

Hasta el espacio de arte sacro han acudido visitantes de Aragón, Cataluña, Navarra y turistas extranjeros.

La guía del Museo Diocesano de Barbastro-Monzón explica las tablas pictóricas de estilo gótico a uno de los visitantes.
El Museo Diocesano de Barbastro recibe en su primer mes 1.700 visitas
JOSé LUIS PANO

El Museo Diocesano de Barbastro - Monzón, inaugurado el pasado 15 de diciembre, ha registrado en su primer mes abierto al público alrededor de 1.700 visitas llegados de varios rincones de la geografía aragonesa, catalana, -incluso de Lérida-, navarra y hasta del extranjero.

Desde la dirección del Museo Diocesano de Barbastro-Monzón, su responsable Enrique Calvera realiza un balance satisfactorio del primer mes tras esta afluencia de visitas. "Estamos muy satisfechos de cómo han transcurrido las cosas, aunque nos falta recoger los frutos de la promoción que hemos empezado a hacer", dice.

Y es que desde su apertura, se ha iniciado una campaña de promoción para captar visitantes que ha consistido en la distribución de folletos entre las oficinas de turismo próximas a Barbastro, el contacto con touroperadores y agencias de viajes para invitarles a conocer el museo y lo incluyan entre sus ofertas. Asimismo se va a editar un libro catálogo con las obras expuestas para ponerlo a la venta de los visitantes.

La mayor afluencia de visitantes tuvo lugar el fin de semana siguiente a la apertura. La jornada de puertas abiertas atrajo el interés de cerca del millar de personas, en su mayoría vecinos de Barbastro y de las poblaciones que integran esta diócesis altoaragonesa. A partir de entonces, ha habido un "goteo" de visitantes, que se ha incrementado en el periodo navideño con la visita de grupos llegados de poblaciones de fuera de la provincia de Huesca.

Visitas de escolares

La entrada en funcionamiento del mueso a mediados de diciembre y con el curso escolar ya empezado ha trastocado la posibilidad de que los centros escolares de la ciudad y de la diócesis puedan realizar visitas guiadas en grupo, ya que los profesores se encargan de programar este tipo de actividades y visitas a comienzos del curso, en septiembre.

No obstante el museo ofrece la posibilidad de que los colegios e institutos que lo deseen puedan visitarlo este curso. Aunque se espera que en el siguiente curso, a partir de septiembre, ya se cuente con una programación organizada para centros escolares.

Por otro lado, hay varios grupos de visitantes que ya han concertado visitas para enero y febrero procedentes de la zona, Huesca y Zaragoza y de fuera de Aragón.

Según las estimaciones de los responsables, pasadas las Navidades, el número de visitas se reduce hasta que vuelve a haber un repunte en Semana Santa con las estancias en el Somontano.

Interés por las piezas que faltan

Los primeros visitantes al museo vierten elogios y "alabanzas" tanto al contenido como al continente. La arquitectura concebida para el edificio expositivo llama poderosamente la atención al público que destaca el juego de volúmenes y la iluminación. Asimismo el visitante también valora los audiovisuales sobre las obras y las localidades de donde proceden.

En cuanto a las cerca de 300 obras, las más admiradas son el altar de plata de la Catedral de Barbastro, la sala de orfebrería, la pintura mural románica, la galería de cuadros sobre los apóstoles del monasterio de San Victorian, o el ábside de Villamana. Y sobre todo las 25 fotografías que reproducen las piezas propiedad de la diócesis y que se encuentran en el Museo de Lérida. A este respecto, Calvera matiza que las piezas actuales configuran "una colección bastante digna y cuando lleguen las otras piezas, pues muy bien, pero tampoco estamos lamentando constantemente".

Sobre este particular, una de las restauradoras de las piezas de la colección y guía del museo, María Puértolas, recalca que las fotografías "son una de las cosas que más curiosidad y más comentarios despiertan. Hay mucha confusión sobre el litigio de los bienes y hasta hay gente que ha venido y se pensaba que habíamos abierto el museo vacío y estábamos a la espera de las piezas que tienen que venir de Lérida, sin saber que el museo ya existía desde 1978".