Una nueva pintura del siglo XIX salió del Ayuntamiento de Huesca con destino hacia el Museo del Prado para someterse a un proceso de restauración. Se trata de 'El entierro de San Lorenzo', obra de Alejo Vera (Guadalajara, 1834-Madrid, 1923), quien presentó esta pintura en la Exposición Nacional de Bellas Artes de 1862 resultando premiado con una medalla de primera clase.

Los operarios llegados de Madrid procedieron ayer por la mañana a descolgar el lienzo y embalarlo para su transporte. Una vez en la pinacoteca será tratado para reparar el deterioro de la tela y limpiar la pintura. El cuadro es propiedad del Museo del Prado, pero está en depósito en el Ayuntamiento de Huesca. Tras su restauración, los responsables del museo lo incorporarán a alguna de sus exposiciones temporales antes de devolverlo a la ciudad.

'El entierro de San Lorenzo' es una pintura de grandes dimensiones que adorna una de las paredes laterales del antiguo salón de plenos municipal. La obra de Alejo Vera fue calificada por las autoridades críticas del momento como una de las notas más correctas y sentidas de la pintura española del siglo XIX y fue la que dio al pintor el prestigio que luego adquirió.

Este cuadro no es el único que adorna la estancia, cerrada desde que a mediados de 2007 se inauguró el nuevo salón de plenos, en la planta superior. En el techo de la sala pueden verse los frescos que León Abadías pintó en 1872. Fueron restaurados en 1976 y muestran los escudos de Huesca con fondo rojo.

Pequeña pinacoteca

Otros cinco cuadros cuelgan de las paredes. Cuatro de los grandes lienzos representan a los reyes Sancho Ramírez, Pedro I, Alfonso I y Ramiro II y fueron pintados en 1826 por Juan Galván (Luesia, 1596-Zaragoza, 1568). Frente al lugar que hasta ayer ocupó 'El entierro de San Lorenzo' luce otra pintura de autor desconocido en la que se ve a un personaje femenino (francés o inglés). Fue realizada en 1661 y es propiedad del Ayuntamiento de Huesca.

El antiguo salón de plenos, construido a finales del siglo XVI, está cerrado y sin uso desde hace casi cuatro años a la espera de acometer una reparación y limpieza integral y de buscarle un destino en la actividad municipal.

El de Alejo Vera no es el primer cuadro que sale camino de Madrid. En octubre de 2007, el Prado se llevó 'La Campana de Huesca', pintado por Casado del Alisal en 1880, para su restauración y para exhibirlo junto a otras 120 obras en la muestra 'El siglo XIX en el Prado', con la que se inauguró la ampliación del edificio.

Esta pintura, que recrea la leyenda de Ramiro II y los nobles, tardó en volver a Huesca nueve meses. Su ausencia se dejó notar, ya que, además de adornar el Salón del Justicia, en la parte noble del ayuntamiento, es uno de los atractivos turísticos de la ciudad por su forma y su contenido.