JUICIO en huesca

El conductor dio un volantazo y embistió a las víctimas de la Manhattan a 106 km/h

El juicio quedó ayer visto para sentencia. Las acusaciones piden casi 35 años de cárcel y la defensa, 5 años y 9 meses.

Una treintena de personas, entre víctimas, familiares y amigos, asistieron a la última sesión.
El conductor dio un volantazo y embistió a las víctimas de la Manhattan a 106 km/h
RAFAEL GOBANTES

Las víctimas del atropello de la discoteca Manhattan, que dejó un trágico saldo de dos fallecidos y ocho personas heridas, han tenido que esperar 1.265 días para oír la esperada frase de "visto para sentencia". Después de tres intensas sesiones en las que han tenido que rememorar escenas y momentos de dolor y rabia, el juicio acabó ayer con una trifulca de los familiares de los afectados con el acusado, Víctor Manuel Gómez Rivero, de 25 años.


En el turno de conclusiones finales, el fiscal, Felipe Zazurca, y las siete acusaciones particulares mantuvieron sus peticiones iniciales de 34 años y medio de cárcel por dos delitos de homicidio, dos de lesiones muy graves y otros dos de lesiones con 'dolo eventual' ya que sostienen que el acusado fue perfectamente consciente del daño que podía causar. Por su parte, el abogado defensor, Javier Notivoli, que en un principio había solicitado la libertad de su cliente, cambió su escrito y pidió 5 años y 9 meses de cárcel argumentando que el siniestro se debió a una imprudencia grave, pero que no hubo intención.


La última jornada del juicio sirvió, además, para disipar las incógnitas que aún sobrevolaban sobre las circunstancias en que se produjo el atropello. Tres peritos de la Guardia Civil que reconstruyeron en su día el accidente revelaron que el coche de Víctor Gómez circulaba exactamente a 106 por hora cuando impactó contra la gente que salía de la discoteca.


Una cadena de choques fatal

Estos peritos, además, describieron con detalle la cadena de impactos que se produjo tras la embestida del vehículo. Según su informe, tomó la curva de la Ronda de la Industria a 126 kilómetros por hora, lo que hizo que el conductor perdiera el control. El coche, sin embargo, no se salió de la calzada "porque el conductor ejerció una acción sobre el volante primero hacia la izquierda y luego hacia la derecha", indicaron. También confirmaron que no frenó ya que no había marcas en el asfalto, como ya habían apuntado varios testigos y el copiloto.


El vehículo chocó con un primer grupo de personas que estaban sobre la acera, causando un fallecido y dos heridos. Los cuerpos de estos salieron proyectados e impactaron contra un segundo grupo de víctimas provocando cinco heridos. El coche, por su parte, colisionó contra una furgoneta aparcada frente de la discoteca que salió despedida a 34 kilómetros por hora y que se llevó por delante unos contenedores. Estos embistieron al tercer y último grupo de afectados, con un saldo de un fallecido y un herido.


La Guardia Civil, que no logró recuperar en su día las grabaciones de las cámaras de seguridad de la discoteca que hubieran aclarado muchas dudas, achacó el accidente al exceso de velocidad por un comportamiento "extravagante y excéntrico" del conductor y recalcaron que la señalización era "perfectamente visible".


Trastorno antisocial

El tribunal también escuchó ayer a las dos peritos que realizaron la valoración psicológica del acusado y que concluyeron que Víctor Gómez padece un trastorno antisocial de la personalidad que, sin embargo, "no le impide ser consciente de todo lo que hace", destacaron. También aseguraron que el joven nunca les ha manifestado pena por los daños que causó, "solo le preocupa la condena", apuntaron. Y, por último, resaltaron que el acusado omitió en su primera entrevista el altercado que tuvo con el portero de la Manhattan y que en encuentros posteriores "admitió la bronca, pero negó las amenazas", dijeron.


Finalmente dos médicos forenses constataron que las lesiones "por impacto, proyección y arrastre" de las víctimas se debieron a un accidente "tremendo".