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Marcos: "Mi obligación es dar la cara por el Huesca"

Después de quince temporadas en el Valladolid, Alberto Marcos retorna al José Zorrilla. Atrás queda el homenaje en el partido de Copa que no jugó. Esta vez tendrá que ponerse la camiseta del 'enemigo'.

Alberto Marcos -en el centro-, ayer, durante la sesión de entrenamiento llevada a cabo en el campo del IFPE Montearagón.
Marcos: "Mi obligación es dar la cara por el Huesca"
RAFAEL GOBANTES

Algo especial debe de ser para Marcos volver al estadio que defendió durante quince temporadas consecutivas...

Los homenajes ya han pasado. Estamos en competición los dos equipos, uno en el que estuve muchos años y otro en el que juego ahora. Una cosa es que tenga cierta preferencia por el Valladolid y otra que por quien debo dar la cara es por el Huesca.

En otras palabras, al Valladolid que le vaya bien, pero a partir del domingo.

Al Valladolid le deseo que esté lo más alto posible, que suba a Primera y el Huesca también (risas). Pero cada uno tiene que mirar lo suyo y si hay un equipo que ha confiado en mí y me ha dado la oportunidad de disfrutar del fútbol, yo quiero corresponder.

Pero se le tiene que hacer raro ir a Pucela con otra camiseta.

Han sido muchos años, muchos sentimientos, pero lo que me importa es cómo estemos nosotros y cómo nos planteemos el partido.

¿Se puede sacar tajada del mal momento que vive el conjunto castellano, llamado a regresar a Primera y sin embargo instalado en mitad de tabla?

No me gusta hablar del contrario y en este caso menos todavía al tratarse de quien es. A mí lo que me preocupa es el Huesca. Si estamos bien, haremos frente a cualquier equipo.

Pero ellos deben de estar enrabietados.

Si son profesionales deberían ir a por todas. A nadie le gusta verse en una mala situación. Nosotros hemos estado abajo, ahora tampoco es que estemos muy arriba, pero el equipo ha sacado el orgullo, que es lo que tienen que tener todos los jugadores.

El Huesca ha encontrado un modelo de juego, que le da réditos desde hace varias semanas.

Al principio teníamos las líneas muy separadas, no encontrábamos ese equilibrio del que disponemos ahora. Había carencias defensivas y cuando no, ofensivas. Ahora nos movemos bastante bien en todas las líneas y eso lleva a tener la identidad que tiene el equipo, a estar sobrio y sereno dentro del terreno de juego.

La racha de encuentros sin perder es significativa. Desde Córdoba, en la undécima jornada, no hincan la rodilla ante nadie.

Eso quiere decir que estamos bien, pero las estadísticas no valen para nada.

Tiene que dar rabia de puertas para dentro pensar que con cuatro o cinco goles más que hubieran marcado, se disfrutaría de una situación mucho más holgada en la tabla.

El sentir general es que es injusto que estemos donde estamos. Deberíamos tener seis puntos más. Pero no es así y hemos de seguir luchando porque eso es agua pasada. Hay que mirar para delante sin ponerse nerviosos, porque el primero que se pone nervioso en esta categoría cae. Esto es una carrera de fondo, el esprín no vale.

¿Puede afectar al Valladolid que pasen los minutos y no encuentren el camino del gol?

Nosotros vamos a por el partido. Luego igual hay que ir a por el empate. O lo mismo nos ganan, pero no tenemos miedo a nadie. El líder vino la semana pasada y creo que los puntos se tenían que haber quedado en El Alcoraz. Respetamos a todos, pero miedo no tenemos a nadie.

Habrá recibido muchas llamadas en estos días.

Es lo que toca. Mi padre siempre dice que es bueno que me echen de menos porque eso significa que estoy ahí.

¿Disfruta de encontrarse con mucha más chispa?

Ya tengo muchos años y sé cuando tengo que hacer el partido cómodo o cuándo hay que abrir las líneas un poco más. Es verdad que me estoy encontrando cada día un poquito mejor, pero aún me falta un pelín para ayudar al máximo.