TRANSPORTE PÚBLICO

Menos vehículos y menos frecuencias para sacar adelante el servicio de autobús urbano

El Ayuntamiento de Huesca prepara un nuevo pliego de condiciones tras gastar 90.000 euros en estudios.

Pasajeros y conductores de uno de los autobuses urbanos que cubren las dos rutas actuales en Huesca.
Menos vehículos y menos frecuencias para sacar adelante el servicio de autobús urbano
R. G.

Hay que empezar prácticamente desde cero. Los cinco años de comisiones monográficas, los tres estudios técnicos, los cuatro borradores del pliego de condiciones y los más de 90.000 euros gastados no han conseguido que los oscenses dispongan de un servicio de transporte urbano adecuado a una ciudad de 50.000 habitantes y a lo que exige la ley. Ahora se baraja reducir el número de vehículos (de dos a uno) en la que sería la nueva línea (circular), disminuir la frecuencia en la misma ruta ( de 15 a 30 minutos) y ajustar los servicios que se iban a implantar los fines de semana.

Pero en estos momentos, los pasajeros continúan utilizando unos autobuses antiguos, siguen funcionando solo dos líneas con escasas frecuencias y no hay transporte urbano los fines de semana. La empresa que presta el servicio, Alosa, no lo hace por contrato sino a través de una subvención municipal, que en 2011 será de 150.000 euros Y en este año no habrá cambios.

Tras el fracasado intento de poner en marcha el autobús urbano como servicio público mediante un concurso al que solo se presentó una oferta y que quedó desierto, el Ayuntamiento de Huesca ha empezado a elaborar los informes técnicos que darán como resultado un nuevo pliego de condiciones para volver a licitar el servicio. El plazo máximo que el equipo de gobierno (PSOE-PAR) se ha fijado para elaborarlo es de seis meses, lo que significa que serán ya los nuevos responsables municipales quienes lo saquen adelante.

El nudo gordiano

Como punto de partida, el nuevo pliego deberá establecer cuál es la demanda real de uso del bus urbano y el coste del servicio en función de los vehículos, las líneas y las frecuencias. José Manuel Ballarín, concejal de Movilidad, explica que "ese es el nudo gordiano". "Tenemos que adecuar los costes a unas cifras más asumibles para el ayuntamiento y eso conlleva estudiar muy bien las líneas y el precio del kilómetro", dice.

Las cifras manejadas por la consultora que hizo el estudio en 2005 no resultaron útiles a la hora de sacar a concurso el servicio. Con el coste del kilómetro a 3,86 euros y un número de viajeros anuales que superaba el millón de usos a la empresa Alosa, la única que presentó oferta, no le salían los números porque el precio del combustible ha subido y el montante de viajeros ha descendido. De hecho, de enero a noviembre de 2010 fueron 202.625 los viajeros que utilizaron el bus urbano en Huesca, un 6% menos que en el mismo periodo del año anterior, según comenta José Ramón Lasierra, director de Planificación de Alosa,

La adjudicación de la gestión del autobús incluía la aportación de 278.486 euros al año por parte del ayuntamiento para equilibrar la balanza de los gastos (1.034.824 euros) y de los ingresos (756.337 euros). Esta última fue una partida que no pudo ajustar la empresa afirmando que el número de usos era algo que se desconocía.

El nuevo pliego está en mantillas, pero como forma de reducir los costes se apunta suprimir un autobús en la línea amarilla, que se presentó como la gran ruta circular que recorrería Huesca desde las 7.00 a las 22.00 partiendo del barrio del Perpetuo Socorro para seguir por la ronda de Montearagón, Las Miguelas, la avenida de la Paz y llegar al Hospital de San Jorge. El autobús volvería por la avenida de Martínez de Velasco y la de Danzantes y el paseo de Ramón y Cajal para llegar a la Ciudad Deportiva. El tiempo del recorrido se estimó en media hora con dos autobuses cada 15 minutos. "Reducir un vehículo y la frecuencia supondrá un ahorro importante en cuestión de amortización de vehículos", dice Ballarín.

Por su parte, el grupo mayoritario de la oposición municipal denuncia que desde 2005 "se ha perdido el tiempo y el dinero". Según la concejal Mª José Ferrando, el error de base está en el número de usuarios calculados. "Todos los servicios de transporte urbano son deficitarios, pero es el Ayuntamiento el que debe fijar las prioridades de inversión", afirma.