JUICIO DE LA DISCOTECA MANHATTAN

Testigos del atropello dicen que el coche se abalanzó sobre las víctimas sin frenar

Algunos testimonios apuntaron que el acusado pudo haber dado un "volantazo" para tratar de recuperar el control del vehículo, pero la mayoría dice que se dirigió en línea recta contra ellos.

Los testigos que han declarado, en la segunda sesión del juicio que se celebra en la Audiencia de Huesca por el múltiple atropello mortal ocurrido en 2007 ante la puerta de la discoteca Manhattan, han asegurado que Víctor Manuel Gómez Rivero, el único imputado, se abalanzó con su vehículo sobre ellos a gran velocidad y sin frenar.


El juicio contra Gómez Rivero, a quien el fiscal acusa del homicidio intencionado de dos personas y de las lesiones sufridas por otras ocho, algunas muy graves, por lo que solicita 20 años de cárcel, se ha reanudado con la comparecencia ante el tribunal de varios testigos, algunos de los cuales resultaron heridos.


Todos han coincidido en afirmar que el coche tomó a una velocidad superior a los 120 kilómetros por hora la curva a cuya salida se encuentra la discoteca, y que se precipitó sobre el amplio grupo de personas que se encontraban en la rampa de acceso a la discoteca sin pisar el freno.


El testimonio de estas personas ha diferido, sin embargo, sobre si el conductor, que entonces tenía 23 años, pudo haber dado un "volantazo" para tratar de recuperar el control del vehículo o si, como han indicado una mayoría, se dirigió en línea recta contra ellos.


Al respecto, uno de los testigos, que se encontraba entre el grupo de personas que fue embestido, ha rechazado, a preguntas de los letrados, que el conductor hubiera intentando una maniobra evasiva y ha asegurado que "creo que iba contra nosotros".


Por otra parte, dos de las víctimas que sufrieron lesiones más graves han manifestado que no recordaban nada de lo sucedido, ni siquiera que esa noche hubieran estado en la discoteca, y que se despertaron unas horas después en la UCI del Hospital San Jorge de Huesca sin poder moverse.

El copiloto niega la intencionalidad


En la vista ha declarado, asimismo, el joven que acompañaba al acusado en el coche, que ha descartado que su amigo embistiera de forma intencionada contra el grupo de personas que se encontraban a la puerta de la discoteca.


Ha admitido, obstante, que comenzó a acelerar el vehículo al entrar en la recta del polígono donde se ubica la discoteca y que al entrar en la curva a cuya salida se encuentra el local nocturno le advirtió que tuviera cuidado con la expresión "¡ojo!".


Este testigo ha afirmado que el coche se fue hacia la discoteca sin que el procesado pudiera controlar su trayectoria, aunque ha reconocido que no llegó a pisar el freno. "Comenzó a volantear de un lado para otro y a zizaguear, pero no pudo controlar el vehículo", ha comentado.


También han declarado dos chicas que acompañaron al acusado a Grañén, la localidad donde tomaron unas copas y desde la que se dirigieron a Huesca, pero que decidieron no ir a la discoteca.


Una de ellas ha admitido que la idea de ir a la discoteca surgió al salir de Grañén, pero ha negado que el procesado hubiera insistido en ir a este establecimiento por una supuesta discusión mantenida a primeras horas de la noche con el portero del local, que le impidió entrar por ir vestido con chandal, junto con un amigo.


Este ha admitido que el portero no les permitió el paso, pero ha negado que se hubiera producido algún incidente y ha comentado que "no nos enfadó, ni nos dio rabia (la actuación del portero); simplemente nos dimos media vuelta y nos fuimos".


El juicio, tras la renuncia de las acusaciones particulares a algunas de las pruebas solicitadas, continuará el jueves próximo, día en el que se retomará la vista para la práctica de las pruebas periciales, entre ellas una reconstrucción virtual del accidente, y los informes finales de los letrados.


El juicio comenzó ayer con la declaración de Víctor Manuel Gómez Rivero, quien, tras reconocer que había consumido alcohol y drogas, negó que tuviera intención de causar daño con este accidente, que lamenta "todos los días" desde que se produjo, la madrugada del 28 de julio de 2007.