JUICIO

La defensa sostiene que el atropello fue una imprudencia

El abogado Javier Notivoli trata de demostrar que no hubo intencionalidad en el incidente por el cual el acusado arolló a 10 personas a la salida de la discoteca.

El abogado Javier Notivoli, que ejerce la defensa de Víctor Manuel Gómez Rivero, único acusado por el múltiple atropello ocurrido el 28 de julio de 2007 en la puerta de la discoteca Manhattan de Huesca, en el que murieron dos personas y otras ocho resultaron heridas, sostiene que los hechos por los que se juzga a su cliente son constitutivos de una imprudencia y no se cometieron con dolo.


La Audiencia Provincial de Huesca acoge desde este lunes el juicio a Víctor Manuel Gómez Rivero por conducir el vehículo que arrolló a un grupo de personas que se encontraban a las puertas de la sala Manhattan, entorno a las 6.30 del día señalado, tras haber consumido drogas, en estado de embriaguez y a más de 110 kilómetros por hora.


La Fiscalía, que pide para el procesado 34 años y medio de cárcel por dos delitos de homicidio y siete de lesiones y una falta de lesiones, además de la pena de privación del permiso de conducir vehículos a motor y ciclomotores por diez años, aplica en su conducta el concepto de dolo eventual, con lo que califica las muertes como delitos de homicidio y no como homicidio por imprudencia.


Por su parte, el abogado defensor trata de demostrar que no hubo intencionalidad en la acción de su cliente ya que las penas se verían mermadas considerablemente.


En declaraciones a los medios de comunicación, ha dicho que su cliente se declara culpable de haber cometido los hechos que se le imputan. "Es culpable de haberlos cometido" y "tanto mi cliente como yo lamentamos mucho el resultado ocurrido", ha sostenido.


Ha agregado que la defensa se basa en que "los hechos no se cometieron con dolo, con intencionalidad directa, ni indirecta", sino que "entendemos que fueron constitutivos de una imprudencia grave, pero en todo caso imprudencia, jamás dolo".


"No hubo intención"

En este punto, Notivoli ha explicado que "no hubo ni intención de causar ese resultado, ni a mi cliente se le planteó en su mente la posibilidad de que esto sucediera". Según ha relatado, "estaba conduciendo bajo los efectos del alcohol y con un exceso de velocidad".


"Eso le hizo perder el control del vehículo y se produjo el resultado que se produjo porque había mucha gente; sino hubiera habido nadie a esas horas, ya que en principio parece que la discoteca tendría que estar cerrada, no se hubiera producido ningún resultado parecido al que se ha producido", ha argumentado.


A su entender, "entre el resultado producido y la acción realizada hay una desproporción total y el hilo conductor entre los hechos y el resultado no es la intencionalidad, sino que es la imprudencia".


Notivoli ha indicado que "si el tribunal aceptara nuestras tesis de que los hechos fueran cometidos por imprudencia, la pena sería ostensiblemente inferior a la que se está solicitado, porque un homicido intencionado puede tener de 10 a 15 años de prisión y un homicidio imprudente de uno a cuatro años de prisión".


Nada nuevo

Por otra parte, el abogado ha valorado que "no ha habido nada nuevo que no se esperara" en la primera sesión del juicio, en la que ha declarado su cliente y algunos testigos y policías.


"Todos los testigos han manifestado que la discoteca cerraba normalmente a esa hora", con independencia de que tuviera o no licencia de discoteca, y "parece que todo el que vive en Huesca sabe que la discoteca cierra a esa hora", ha apuntado.


Asimismo, ha manifestado que "el exceso de velocidad ya estaba acreditado por los informes periciales" y ha añadido que, "a parte de eso, creo que no se ha aportado nada que no estuviera ya en el sumario".


Respecto a la declaración de su cliente, ha opinado que ha sido "coherente". "El muchacho ha dicho la verdad y no se ha quitado ninguna culpa, ha reconocido que había bebido, que era consciente de ello, que llevaba exceso de velocidad y que lamentaba lo ocurrido".