CANTERA

Más de 60 años criando campeones

La nueva residencia de deportistas de Monzón refuerza el perfil de fábrica de grandes talentos de esta localidad. Olímpicos como Burrell o Moracho miran atrás en busca de los porqués del éxito.

Foto de autoridades el día en que se inauguró la nueva residencia para deportistas de Monzón.
Más de 60 años criando campeones
JOSé LUIS PANO

La apertura de la nueva residencia de tecnificación de deportistas de Monzón ha acrecentado todavía más el nexo indivisible que une a la capital del Cinca Medio con el deporte en todas sus disciplinas. En las últimas décadas, la fama de Monzón, cuna de deportistas, como reza un popular eslogan, ha traspasado fronteras gracias sobre todo al trabajo de clubes, técnicos, entrenadores y los deportistas, auténticos héroes que han dado a la ciudad gloria en el último tercio del siglo XX y la siguen dando en este comienzo del XXI.


Que una ciudad de las pequeñas dimensiones como Monzón tenga ocho olímpicos llama poderosamente la atención en el resto de España. Pero de ellos, sobre todo el atletismo es la disciplina que se lleva la palma, al contar con cinco ilustres nombres, algunos de ellos todavía en activo y camino de los Juegos Olímpicos de Londres 2012. Es el caso de Eliseo Martín o de Javier Gazol, pero previamente abrieron el camino los atletas Álvaro Burrell y el plusmarquista nacional de vallas Javier Moracho. Junto a ellos, uno de los entrenadores más queridos entre la selección nacional, Fernando García Herbera, 'Phondy'.


Pero, ¿cuáles son las causas de que en Monzón florezca con tanto vigor el atletismo? El periodista local Francisco José Porquet, autor del libro 'El efecto Monzón', en el que se repasan las seis décadas del Centro Atlético Monzón, señala que no se trata "del influjo del castillo templario ni las aguas del Cinca. Sino más bien el esfuerzo diario, el trabajo de los maestros y unas buenas instalaciones, unidas al mimo y esmero que ponen en su quehacer las entidades y clubes deportivas de la ciudad".


Para Álvaro Burrell, que participó en las Olimpiadas de Barcelona de 1992 y actualmente ocupa el cargo de director general de Deportes del Gobierno de Aragón, la clave de por qué Monzón está ligada de forma tan especial al atletismo, "es cuestión de tirar de hemeroteca hasta llegar a los años 40, cuando un grupo de entusiastas del deporte descubren que además del fútbol hay otros deportes como el atletismo. Empiezan a trabajar en el atletismo y se crea un caldo de cultivo de esfuerzo, tradición y de varias generaciones que se suceden y trabajan de forma altruista y con mucho amor por el deporte. Ahora vamos por la tercera generación de atletas y algunos hemos llegado a las cotas más altas y otros todavía más arriba. Otros que han disfrutado del atletismo como razón de vida, y eso es algo buenísimo".


Su predecesor y primer olímpico de Monzón, el vallista Javier Moracho, considera que la tradición deportiva de elite de su ciudad hay que encontrarla "en los primeros campeones de España que hubo, mucho antes que yo". Moracho también valora las buenas instalaciones con las que cuenta la ciudad actualmente y recordaba con nostalgia "cómo hemos cambiado de cuando entrenábamos en las pistas de ceniza, que en invierno estaban inservibles, y ahora tienes todas las facilidades. Nosotros teníamos unas ganas locas y suplíamos la falta de instalaciones con las ganas y el talento, porque si no, no puedes hacer nada. Y ahí están los ocho olímpicos". Moracho también justifica estos logros por "el buen tejido deportivo y porque detrás de cada deporte hay una serie de directivos, entrenadores, en las escuelas, en la ciudad en sí".


Otro nombre ligado a la historia del atletismo de Monzón es el binefarense José Antonio Adell, que pasó casi veinte años como atleta en el Centro Atlético Monzón y posteriormente ejerció como entrenador durante treinta años. Para Adell, la clave del éxito se remonta a 1944 cuando "un grupo de aficionados sientan los cimientos a los que luego les llegarán los primeros campeones de España en categorías juveniles, Javier Moracho, que fue el primer gran atleta de Monzón y a partir de ahí el deporte ha seguido siendo una tradición".