Los vecinos de Abizanda se reunián este dodmingo 9 de enero en la tradicional romería de los langostos, en la ermita de San Victorián. Allí, tras la eucaristía que comenzará a las 13.00, se bendecirá la torta y sobre el mantel blanco aparecerán estos pequeños insectos que según su color, predicen la abundancia de la campaña agrícola.

El color negro marca la presencia de uvas y por tanto de una buena campaña de vino, los verdes indican buenas perspectivas para la olivas y los marrones para el cereal. La costumbre ha pasado de generación en generación y todos los vecinos confían en "las directrices de la naturaleza". "Siempre se ha cumplido", asegura Fernando Torres, alcalde de Abizanda.

Vecinos, familiares y amigos se acercan en este primer domingo cercano al día de San Victorián (el 12 de enero) desde distintos puntos de la provincia. También algunos turistas llegan atraídos con la curiosidad de esta predicción natural. La romería hasta la ermita de San Victorián, que antiguamente se realizaba andando, actualmente se hace con vehículos aunque en algunas ocasiones como en los dos últimos años se ha tenido que trasladar hasta la plaza Mayor de Abizanda porque la pista no estaba en condiciones de seguridad por la nieve caída.

En esta ocasión habrá que esperar hasta última hora para saber si la meteorología permite el acceso hasta este enclave, al que se llega por la carretera de Naval hasta el puerto del Pino. Unos 400 metros antes sale una pista forestal que se interna en la llamada Sierra de la Trinidad. Tras 5 kilómetros, aparece una plazoleta y a unos metros esta pequeña ermita construida sobre un cima donde cuentan que se apareció San Victorián.