JACETANIA

Las calles de Ansó reviven este sábado la tradición del carnaval bearnés

La principal novedad es que los participantes buscarán por la villa al rey Sent Pançard.

Los seguidores del rey del carnaval bearnés recorren el pueblo.
Las calles de Ansó reviven este sábado la tradición del carnaval bearnés
L. Z.

El carnaval itinerante de Pau (Francia) dará comienzo este sábado en Ansó y los seguidores del rey Sent Pançard regresarán a la villa para buscarlo tras haber estado un año huido en los Pirineos. Esta fiesta ancestral llega a su octava edición, ya que se empezó a celebrar en el 2004 gracias a un acuerdo de colaboración entre la asociación francesa Pantalonada y el Ayuntamiento de Ansó.

En sus dos primeras ediciones se celebró en la villa ansotana, pero en 2006 viajó a Hecho y desde entonces se realiza un año en cada localidad. "Es una cita muy importante a nivel comarcal y provincial porque confluyen las dos culturas del Pirineo y también sirve para recuperar los viejos trajes y figuras del carnaval ansotano", explica Félix Ipas, alcalde de Ansó. Además espera este año una mayor afluencia de visitantes al coincidir con la semana de Reyes.

Los actos empezarán el sábado a las 18.00, con la recepción a los bearneses en la parte alta del pueblo y el tradicional pasacalles por la villa. A las 21.00 habrá una cena para los participantes y la música y el baile continuarán hasta altas horas de la madrugada. La principal novedad de esta edición es que se buscará a Sent Pançard "por las calles y casas de la localidad, para que la fiesta tenga más escenografía", añadió.

Cuenta la tradición que el rey del carnaval bearnés huye el último día del carnaval de Pau porque el pueblo quiere quemarlo ya que "le reprochan los males de la tierra", relata Sandrina Caeillas, responsable de la asociación Pantalonada. Entonces, se refugia en el Pirineo, donde pasa un año, y tras la Navidad reaparece para anunciar la llegada del nuevo Carnaval. En estas fechas "los bearneses están impacientes por ir a buscarlo y celebrarlo, por eso el 8 de enero van a buscarlo a Ansó". Tras pasar buenos días bebiendo y comiendo, regresa a Pau, donde lo apresan de nuevo y lo encierran en una jaula toda la semana de Carnaval. El martes siguiente lo enjuician y lo vuelven a condenarlo a la hoguera. Y la historia vuelve a empezar.

En esta edición participarán 200 personas de Pau y 60 de Ansó, ataviadas con los trajes típicos de mortallas, que son los espíritus de los antepasados, el sembrador, el toledo o toro, y el oso, que es el personaje más importante y que forma parte de la cultura pirenaica. También se unen los cañones (grandes esquilas) del grupo de San Antón, que se encargan de hacer ruido por las calles.