FOTOGRAFÍA

Una trastienda con cien años de historia

José Raúl Pena, propietario de Casa Pena, celebra con una exposición fotográfica el centenario de su tienda de colmados.

José R. enseña el árbol genealógico de los regentes de Casa Pena.
Una trastienda con cien años de historia
P. P.

Tiene 74 años de edad y evita hablar de jubilación; ha escrito su discurso en una vieja máquina Olivetti y está preocupado por si aburre a sus vecinos: "Son once minutos de charla; llenos de recuerdos y sentimentalismo", comenta José Raúl Pena, vecino de Lalueza y propietario del comercio Casa Pena.

En total, lleva 60 años levantando a diario la persiana de este negocio familiar, que acaba de convertirse en centenario y cuya trayectoria fue homenajeada el sábado por vecinos y Ayuntamiento. Son cien metros cuadrados de local y en ellos, puede encontrarse de todo. De hecho, Pena lo define como "una de esas tiendas del lejano Oeste, en la que uno compra una caja de cartuchos y, al mismo tiempo, una fina liga de encaje". Así, la hoja de su discurso incorpora el tradicional membrete de Casa Pena y en ella, puede leerse: tejidos, mercería, perfumería, calzados, alimentación, electrodomésticos? Antes, eran pioneros y trataban con viajantes de firmas reconocidas a nivel nacional; hoy mantienen la calidad y el trato personalizado. No obstante, como consecuencia del amplio mercado y la imposibilidad de competir con los grandes almacenes, "hemos tenido que cambiar el 'hay de todo' por 'un paso detrás del Corte Inglés con horario de chinos", afirma con ingenio. Y es que Casa Pena abre 10 horas diarias 363 días al año e, incluso, llega hasta la puerta de tu casa. José Raúl y su hermano Leopoldo, de 70 años, sirven a domicilio en doce poblaciones de Los Monegros.

Sin duda, el mayor tesoro de Casa Pena está en los 150 metros cuadrados de trastienda, que narran, a través de decenas de artículos, la historia y la vida cotidiana de Lalueza. Del conjunto, Pena ha rescatado varios objetos, que, junto a decenas de imágenes de la fototeca de la Diputación y el Ayuntamiento de Sariñena, conforman una excelente exposición que puede visitarse hasta el día 26 en el Centro de Día de Lalueza. Allí, entre otros, aparece una calculadora eléctrica, una crema numantina para manchas faciales, una loción de canas, una caja de galletas a granel, un probador de bombillas o un ejemplar de Heraldo de Aragón de 1975. "En la mayoría de los casos, son artículos que no se vendieron por ser muy caros o de tallas poco habituales, entre ellos, hay unas bragas de nailon del año 1960 que valían 77 pesetas", apunta Pena. Aunque tiene cinco hijos, todos ellos en Zaragoza, sabe que el negocio acabará el día que se jubile y le entristece echar el cierre. "Soy consciente de que es imposible mantener un negocio de este tipo. Hoy la sociedad se mueve por modas, y es difícil competir", añade.

Antes de establecimiento comercial, Casa Pena, fundado por su abuelo, fue bar y en su estreno, actuó la gran Camila Gracia. En la posguerra, el establecimiento tuvo acceso a cupos restringidos de género y hasta entró en el mercado del trueque. En definitiva, cien años de historia, que José Raúl resumió en once minutos de discurso y, a pesar de su miedo, en una sala abarrotada, todo fueron aplausos y no hubo ni un solo bostezo. ¡Felicidades!