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Fomento calla mientras arrecian las denuncias por el abandono de las obras de la A-21

La interrupción de los trabajos deja caminos cortados, acequias anegadas y cauces taponados en la Jacetania.

La carretera de Ascara aparece llena de grietas y baches por el paso de maquinaria pesada.
Fomento calla mientras arrecian las denuncias por el abandono de las obras de la A-21
LAURA ZAMBORAíN

Los vecinos de los pueblos de Ascara, Santa Cilia y Abay y de la Finca Hortilluelo, en la Jacetania, afectados por la paralización de las obras de la autovía A-21 (Jaca-Pamplona), siguen sin recibir respuesta del Ministerio de Fomento, tras denunciar reiteradamente las afecciones que están sufriendo en sus fincas, y que en algunos casos les impiden entrar a sus propiedades. Por ello, van a crear una coordinadora de afectados por los graves daños que están sufriendo. Fran Aísa, joven agricultor y ganadero, propietario de la finca Hortilluelo, exige que "si las obras no se retoman en 5, 10 años o los que sean, que dejen los caminos, cauce de ríos, acequias, desagües, alcantarillas, etc, como estaban o por lo menos en óptimas condiciones para su uso, es decir, como antes".


Y si hasta ahora la situación era complicada para estos vecinos, en los últimos días debido a las lluvias registradas, ha empeorado, porque las inundaciones dificultan el acceso a las fincas, como en Hortilluelo, y en otros casos el paso resulta imposible. Además, debido a esta paralización de las obras, han quedado caminos cortados e intransitables, acequias de riego anegadas, desagües antiguos destruidos y los nuevos no funcionan, con lo que se producen inundaciones constantes, hay corrimientos de tierra, los cauces de los ríos Estarrún y Lubierre han quedado taponados y existen cimientos de gran profundidad, con el peligro que conllevan para personas y animales.


Esto supone "una afección total al proyecto personal como joven agricultor y a la explotación económica global", apunta Aísa. La puesta en marcha de su finca fue realizada "con grandes inversiones, que todavía se están pagando, pensando en una empresa agrícola que ha quedado totalmente rota -la autovía pasa por el medio-, imposibilitando la realización de una finca ecológica y de la creación de un marco diferenciado en el futuro", añadió.


El efecto barrera que supone esta autovía "es extremadamente disuasorio, campos cerrados con una mínima extensión debido a este elemento que rompe geografía y su territorio, afectando de manera total a la explotación y a su umbral de rentabilidad".


Los caminos que se han utilizado para llevar a cabo las obras "no estaban en el proyecto y por lo tanto no podían ser utilizados, porque son privados", pero además de transitar por ellos con maquinaria pesada "los han destrozado". Ahora "aunque quisieran no se podrían arreglar, porque hay mucho agua y barro y las máquinas no pueden entrar". Por eso los propios vecinos han tenido que realizar trabajos de mejora y acondicionamiento, "con dinero de nuestros bolsillos que nadie nos va a devolver", para poder acceder a sus propiedades.


Por otra parte, este joven agricultor y ganadero explicó que se han realizado obras "que no tienen mucho sentido". En la carretera de Ascara, llena de baches y grietas por el paso de la maquinaria, hay unos pilones, que se supone serían para un viaducto. Pues bien, "no sirven y la próxima empresa que venga, si es que viene alguna, lo primero que tendrá que hacer es quitarlos".


Otro ejemplo es el vado construido sobre el río Estarrún a su paso por Hortilluelos, para el paso de maquinaria pesada. "Está totalmente abandonado, sin mantenimiento, se llena de maleza, árboles, etc, los marcos se taponan y el agua inunda la finca". Todo esto es una "auténtica verguenza".


Por todo esto los vecinos han enviado cartas al Ministerio de Fomento desde el pasado mes de julio, todavía sin respuesta. "El otro día se puso en contacto con nosotros el jefe de estas obras, de Fomento, y nos dijo que sí, que teníamos razón y que hacemos bien en denunciarlo, pero que no hay dinero", concluyó.