SUCESOS

Los Mossos aprecian contradicciones en las versiones de la familia del anciano asesinado

Cientos de vecinos de Torrente de Cinca despidieron ayer a Esteban Moret, que fue hallado muerto el domingo.

Llegada del féretro de la víctima al funeral, que fue oficiado en el polideportivo de Torrente de Cinca.
Los Mossos aprecian contradicciones en las versiones de la familia del anciano asesinado
P.P.

Los Mossos d'Esquadra continúan investigando para tratar de aclarar las circunstancias en que se produjo la muerte de Esteban Moret, un vecino de Torrente de Cinca de 84 años de edad que el pasado domingo fue hallado sin vida y con evidentes signos de violencia en una finca agrícola ubicada en la vecina localidad de Massalcoreig (Lérida).

Según fuentes cercanas al caso, los Mossos están centrando las pesquisas en el entorno de la víctima ya que tras tomar declaración a su única hija y a su yerno, las dos únicas personas que estaban con él en la finca recogiendo aceitunas el domingo, los responsables policiales han apreciado algunas contradicciones en sus respectivas versiones. Aunque no ha trascendido su contenido -el caso está bajo secreto de sumario-, al parecer serían "pequeños detalles" que habrían llamado la atención de los investigadores.

No obstante, fuentes de la policía autonómica también recalcaron ayer que la investigación seguía abierta y que no se había practicado ninguna detención.

A la espera de los análisis de ADN

Además, se está a la espera también de recibir los resultados de las pruebas que se están realizando en base a los restos biológicos recuperados en una barra de hierro hallada en la finca y que pudo ser el arma de la fatal agresión ya que el anciano murió de varios golpes en la cabeza. También se encontraron restos de sangre en una arqueta de riego y en un almacén, lo que hace suponer que el cadáver pudo ser trasladado.

Así las cosas, parece que pierde fuerza otra de las hipótesis que se barajó en un principio como móvil del crimen, el robo, y por la que los Mossos están buscando a un inmigrante de origen subsahariano que se refugió de 'ocupa' durante algún tiempo en la caseta de la finca, que estaba semiabandonada hasta hace unos meses.

Pendientes del resultado que arrojen estas investigaciones, cientos de vecinos de la localidad bajocinqueña de Torrente de Cinca dieron ayer el último adiós a Esteban Moret en un multitudinario funeral oficiado en el polideportivo municipal ya que la iglesia se encuentra cerrada por obras.

La nieta de la víctima agradeció públicamente las muestras de cariño y apoyo recibido en estos días por amigos y allegados y también el trabajo realizado por los Mossos d'Esquadra y por la Policía Local de Fraga.

Cabe recordar que el cuerpo sin vida del anciano fue hallado en la tarde del pasado domingo. Su hija y su yerno fueron quienes dieron el aviso sobre las 17.30 horas. En un primer momento acudieron al lugar efectivos del servicio de Protección Civil del Bajo Cinca, que no pudieron hacer nada por salvar su vida puesto que lo hallaron ya muerto dentro de una arqueta de riego de la partida agrícola, propiedad de su yerno. Al parecer, mientras su hija y su marido recogían aceitunas, la víctima se había quedado en el interior del almacén de la hacienda.

Las pistas de sangre

Pese a ser vecino de Torrente de Cinca, los Mossos se hicieron cargo de las investigaciones ya que la finca está situada dentro del límite de la provincia de Lérida. Desde el primer momento se descartó que el hombre hubiera sufrido una caída fortuita ya que todos los indicios apuntaban a una muerte violenta.

Uno de ellos fue la presencia de sangre en las inmediaciones del depósito, lo que hace suponer que el asesino o asesinos habrían trasladado hasta allí al vecino de Torrente tras darle muerte. También había manchas de sangre en el interior del almacén, por lo que parece que fue allí donde sucedieron los hechos. Además, los golpes que tenía en la cabeza eran claramente "incompatibles con una caída".

Esteban Moret estaba jubilado de una compañía eléctrica y, tras quedarse viudo, vivió solo hasta que hace 4 o 5 años su hija y su yerno se trasladaron a su casa. Los vecinos de Torrente de Cinca coinciden en que no salía mucho de casa, pero también en que tenía buena relación con todos.