SD HUESCA

Será a la octava...

El Huesca vuelve a encontrarse con la oportunidad de lograr el primer triunfo en casa. Aguarda el peor visitante, el Alcorcón.

Los futbolistas se preparan para iniciar un ejercicio durante un entrenamiento de esta semana.
Será a la octava...
R. GOBANTES

Miguel Ángel empleó cuatro años en pintar la bóveda de la Capilla Sixtina. Las obras de la Sagrada Familia de Barcelona comenzaron en 1882 y aún continúan, como las de la autovía entre Huesca y Lérida. La lectura más simple que puede extraerse es que todo lo bueno llega, aunque se demore. Con la confianza del "esta tarde, sí" afronta el Huesca el partido ante el Alcorcón (18.00, Aragón TV). Con el convencimiento de que a la octava oportunidad se podrá ganar, brindar una victoria a la necesitada grada y, por encima de todo, sortear una semana más los puestos de descenso y cobrar cierta ventaja sobre algunos rivales.


Sumar los tres puntos se convierte, cada semana más, en un bien fundamental. Estos se escapan a borbotones de las paredes del Alcoraz y hay que aplicar un cataplasma. El remedio del gol, en otras palabras. Al Elche se marcaron dos, pero un par de desajustes defensivos aguaron la fiesta. Cunde la sensación de que los azulgrana necesitan un partido perfecto para desarmar a su oponente. Onésimo habla al respecto de "certeza". Quizá la suerte en casa ha comenzado a cambiar y el Huesca empieza a recibir lo que ha merecido. Del mejor o peor fútbol, del estilo, hablaremos otro día. Hoy hay que vencer. Sí o sí.


Para los amantes de la estadística: se citan el peor conjunto local y el peor visitante. El cuadro menos goleador de Segunda y el pichichi. Los oscenses han acaparado cinco puntos en su feudo, y el Alcorcón apenas ha rascado dos empates a domicilio. Los ocho tantos engordados por Gilvan y Camacho la pasada semana contrastan dolorosamente con los 12 que suma Quini. En este apartado, él solito sostiene a los madrileños a cinco puntos de las últimas plazas, si bien el '1' en las apuestas apretaría una zona baja en la que el Huesca corre el peligro de quedarse enmarañado.


De acuerdo con que los azulgrana rentabilizan sus goles, pero no aprovechan sus ocasiones. Este mal requiere de altas dosis de paciencia para que la ansiedad no traspase la muralla. Onésimo se encarga de recalcar esta realidad todas las semanas, y si no es con el buen juego tendrá que ser con la entrega que muestran los futbolistas. En este caso, valga que Maquiavelo campe a sus anchas por el Alcoraz. El míster renunció a la idea que se había mostrado más eficaz, ese 4-3-3 instaurado en Jerez, ante Tenerife y Elche, lo que no surtió efecto. Este esquema podría recuperarse hoy pese a la baja de Helguera, sancionado.


Tampoco estará Marcos, con molestias en los abductores. A raíz de lo ensayado durante la semana, pues ayer se entrenó a puerta cerrada, parece confirmarse la vuelta al trivote, con Sorribas, Bauzá y Sastre, que ya ha dejado atrás su lesión. Robert sustituiría al citado Marcos, y arriba se mantendría el tridente de bigoleadores que conforman Roberto, Camacho y Gilvan. El brasileño se está mostrando como el sostén ofensivo de la temporada. A él nos encomendamos.

Por supuesto, el Alcorcón no es solo Quini y diez más. Es un bloque, y está entrenado por Anquela. El jienense, bien conocido por estos lares, es un trabajador que sabe extraer el máximo rendimiento a unos recursos limitados. Así recuerdan tanto los madrileños al Huesca del debut en Segunda. Poco más de un año después de eliminar al Real Madrid de la Copa parecen asentados en la categoría de plata. Con todo, el Huesca no puede permitirse licencias. Es un contrincante directo y un puente hacia parajes más tranquilos.