HUESCA

La Lorenzo Loste vuelve a funcionar como residencia tutelada de menores

La residencia Lorenzo Loste, en Huesca, vuelve a ser el destino para los menores que tutela el Instituto Aragonés de Servicios Sociales (IASS) del Gobierno de Aragón. Hace un mes que se trasladaron a este edificio, en desuso desde 2001, los niños y adolescentes que vivían en un piso de Monzón junto a sus monitores. Fuentes del IASS explicaron que el piso, que empezó a funcionar hace algo más de un año, había empezado a deteriorarse “y se decidió el traslado por el bienestar de los menores”.

La Lorenzo Loste esperaba la llegada de nuevos usuarios desde hace dos años, cuando se terminaron las obras de rehabilitación para convertir los antiguos espacios en una vivienda tutelada con capacidad para diez residentes. La reforma afectó solo al más pequeño de los dos edificios que hay en el recinto, que dejó de utilizarse como lugar de acogida cuando se pusieron en marcha los pisos tutelados de menores.

En el año 2007, el IASS invirtió 360.000 euros en restaurar y equipar de nuevo las instalaciones con el objetivo de que el lugar continuará con el mismo servicio. Pero ha tardado un tiempo en ocuparse a la espera de que se decidiera el grupo de edad que lo compartiría y se determinara el programa educativo que se iba a desarrollar con los menores.

Los nuevos usuarios de la residencia, con edades entre los 12 y los 17 años, viven con cinco monitores y están escolarizados, según indicaron desde el IASS. Las mismas fuentes señalaron que, tras unos días de acoplamiento a la nueva convivencia, todo funciona con normalidad y los chicos, procedentes de Aragón aunque de varias nacionalidades, están integrados en la vida de la ciudad.

A principios de este año se planteó la posibilidad de que el edificio rehabilitado acogiera, a petición de la Comunidad Canaria y del Ministerio del Interior, a menores extranjeros no acompañados, pero la propia consejera explicó hace unos meses que esa necesidad había dejado de existir porque ha descendido el número de personas extranjeras que llegan a España. Fue al descartar ese uso cuando se decidió utilizarlo como centro propio de acogida.

La Lorenzo Loste, situada entre la avenida de Danzantes y la calle de Ramón J. Sender, se construyó a principios de los años ochenta en un solar de casi 4.000 metros cuadrados que el Ayuntamiento de Huesca cedió al Ministerio de Justicia en 1979 para levantar un centro de menores. Con el traspaso de trasferencias, pasó a la Comunidad de Aragón y a finales de 2006, cuando la residencia ya llevaba cinco años cerrada, el ayuntamiento llegó a plantear la reversión del edificio para darle un nuevo destino .

Unos meses después, el departamento de Servicios Sociales presentó el proyecto de reforma del conjunto para transformarlo en un centro integral de atención a menores. Las obras se licitaron por el trámite de urgencia y solo afectaron al edificio más pequeño. En el otro se trabaja ahora para transformarlo en una escuela infantil municipal.