JACETANIA

El parón de las obras de la A-21 deja en precario a varios pueblos

Ascara o Santa Cilia denuncian el destrozo de los caminos y de las infraestructuras agrarias.

El agua atraviesa los caminos, dejándolos impracticables.
El parón de las obras de la A-21 deja en precario a varios pueblos
HERALDO

Los vecinos de Ascara, Finca Hortilluelo, Santa Cilia y Abay han denunciado los problemas que sufren tras el parón de las obras de la autovía A-21. Se sienten "totalmente abandonados por el Ministerio de Fomento y la empresa ejecutora del proyecto, FCC, que como es lógico dice que hasta que no cobre no mueve una máquina", explicó Francisco Aísa, propietario de la Finca Hortilluelo. De hecho, FCC "se ha enterado de la rescisión del contrato por los medios de comunicación, nadie les ha informado, y tienen a tres o cuatro hombres en este tramo para que no les denuncien por abandono de obra".

Cuando se producen fuertes tormentas, el agua dificulta el acceso a las fincas, como es el caso de Hortilluelo, y en muchos casos el paso resulta imposible. Hay caminos cortados, canalizaciones de riego y alcantarillado dañados, desagües antiguos destruidos y nuevos que no funcionan, con las consiguientes escorrentías, inundaciones y corrimientos de tierra, y los cauces de los ríos Estarrún y Lubierre han quedado taponados, con el peligro que conlleva para personas y animales.

"Una auténtica vergüenza", apuntó Aísa. Por ello, estos vecinos llevan enviando cartas al Ministerio de Fomento desde julio, pero todavía no han obtenido respuesta. Igualmente critican las declaraciones de Víctor Morlan, secretario de Estado de Infraestructuras, en su última visita a Jaca. El alcalde de Santa Cilia, Manuel Mañez, apuntó que Morlán miente "porque las obras están completamente abandonadas, aunque él lo siga negando y es imposible que se retomen el próximo año, porque no tienen dinero". También aclaró que los caminos de las obras "no estaban en el proyecto y por lo tanto las adjudicatarias no podían utilizarlos". Sin embargo, además de usarlos "los han destrozado y los perjudicados somos los vecinos que hacemos uso de ellos todos los días". "Esto es una dejadez y una falta de respeto", añadió. Fran Aísa apuntó que los afectados "hemos tenido que realizar trabajos de mejora para poder pasar a nuestras fincas y domicilios y eso ha salido de nuestros bolsillos". En cuanto a las expropiaciones, siguen sin pagarse y en algunos casos no se han enviado las cartas de valoración, primer paso para el cobro.

Laura Zamboraín