El calendario suele presentar este tipo de anécdotas de forma frecuente. El sábado en el estadio de El Alcoraz van a medir sus fuerzas el equipo que menos goles mete de Segunda División, la Sociedad Deportiva Huesca, y el que menos recibe, el Elche. Basta que se dé esta situación que presagia un cero a cero inapelable para que asistamos a un festival goleador, aunque el dato ahí queda reflejado.

El Huesca lleva seis goles en trece partidos, una cifra absolutamente pírrica que de momento lo tiene encarcelado en la zona baja de la tabla a pesar de que su fútbol merece más cosas. Para darse cuenta de la dimensión de la sequía basta recordar que el año pasado, en el que también hubo graves problemas en la definición, se habían marcado a estas alturas casi el doble de dianas (once).

Como ya informábamos el pasado lunes en estas mismas páginas, solo el Jumilla, del grupo cuarto de Segunda División B, tiene un peor bagaje al haberse estancado en los cinco goles.

Tampoco es que el Elche, rival de este sábado, vaya sobrado en el capítulo goleador, ya que acumula nueve dianas. Sin embargo, sí puede presumir de ser el conjunto que menos goles ha encajado hasta la fecha, con once, dos menos que un Huesca que también presenta magníficos números en este apartado.

De hecho, solo el cuadro ilicitano y el Real Betis, con doce tantos recibidos, han protegido su puerta mejor que los de Onésimo. En la mista situación que el Huesca, con 13 dianas recibidas, figura el Nástic de Tarragona, último rival del bloque oscense.

Gran parte de culpa de los pocos goles que encaja el próximo contrincante del Huesca la tiene el meta Willy Caballero, que sin embargo no aparece a la cabeza del Trofeo Zamora de Segunda porque se perdió un partido de Liga y hay guardametas que reúnen mejor coeficiente. La lista está encabezada por Goitia, cancerbero del Betis, que ha recibido doce goles en trece partidos, lo que le confiere un baremo de 0.92 con el que aventaja a Rubén, del Nástic, con 13 goles en 13 duelos (1.00).