CINCA MEDIO

Albalate pide más presencia de la Guardia Civil tras los pinchazos en 70 vehículos

El único taller del pueblo tardará 2 días en arreglar todos los coches afectadosLos vecinos no creen que la gamberrada haya sido obra de alguien del pueblo.

El taller de recambios Rodi, de Albalate, no daba ayer abasto para reparar los pinchazos.
Albalate pide más presencia de la Guardia Civil tras los pinchazos en 70 vehículos
JOSé LUIS PANO

Albalate de Cinca. "Menuda faena". Así se expresaba ayer la alcaldesa de Albalate de Cinca, Sagrario Sender, al referirse a la "gamberrada" cometida en la madrugada del pasado domingo en esta localidad mediocinqueña cuando unos vándalos pincharon los neumáticos de unos setenta vehículos estacionados en varias zonas del pueblo.

Ayer, los vecinos de esta pequeña localidad de 1.200 habitantes no hablaban de otra cosa que del estupor y la indignación que sintieron al despertarse el domingo y descubrir que muchos de sus vehículos tenían hasta sus cuatro ruedas pinchadas.

Los hechos fueron puestos en conocimiento del cuartel de la Guardia Civil de Belver de Cinca, que ayer registró una treintena de denuncias. La Benemérita ha abierto una investigación aunque de momento no se tiene ninguna hipótesis sobre quién podría estar detrás de estos actos vandálicos. No obstante, la alcaldesa de Albalate animó a los afectados a presentar las denuncias.

Todo apunta a que estos pinchazos se debieron a una "gamberrada de muy mal gusto", como apuntaron ayer varios de los vecinos afectados que, al igual que desde el Ayuntamiento, descartan en principio que hayan sido obra de habitantes de la misma localidad dispuestos a gastar una broma pesada o de otras poblaciones vecinas, ya que también estuvieron afectados coches de vecinos de Alcolea de Cinca que habían acudido esa noche a Albalate.

Tampoco se da verosimilitud a que el móvil sea una "venganza" puesto que entre los afectados se encuentran vecinos de toda condición, edad o nacionalidad.

Ni destrozos ni robos

Los pinchazos en las ruedas se registraron en varias zonas de la población (en las dos plazas, en la zona de los bares e incluso en el entorno del polideportivo, que todavía no se ha inaugurado) y el 'modus operandi' apunta a que podrían haber sido cometidos por un grupo que actuó con premeditación y que debió de recorrer las calles del pueblo entre las 2.00 y las 4.00 de la madrugada. Lo curioso, además, es que ningún vehículo sufrió el menor destrozo al margen de los pinchazos ni tampoco fue objeto de robo.

La alcaldesa Sagrario espera que se encuentre a los causantes para que puedan pagar los destrozos, aunque ya anunció ayer que va a solicitar a la Guardia Civil un refuerzo de la vigilancia de la localidad por las noches a la vista de estos hechos.

Actividad frenética en el taller

El único taller de recambios de neumáticos de la población, Rodi, registró durante toda la jornada de ayer una actividad frenética. Desde primeras horas recibieron la visita de muchos propietarios afectados que precisaban el arreglo de las ruedas de sus coches. La mayor parte de ellos se podrán subsanar con parches cuyo coste apenas ronda los 15 euros por rueda, pero en caso de tener que cambiar los neumáticos enteros, el gasto será mayor.

El propietario de este taller no recordaba un día con tanto trabajo como el de ayer y aseguró que al menos tardaría dos días para atender tanta demanda. Por ello, algunos vecinos optaron por acudir a talleres de otras localidades cercanas como Binéfar.

Al daño económico hay que añadir los perjuicios personales que tuvieron que sufrir muchos de los afectados. De hecho, algunos de ellos no pudieron acudir al trabajo y otros se tuvieron que solicitar un coche prestado a amigos y a familiares para no desatender sus obligaciones.

"Yo tengo dos coches y en los dos me las han pinchado. Nunca habíamos visto un acto de vandalismo así. Para ir a trabajar me han tenido que dejar otro coche", explicó Gregorio Bernard.

"A mí me han pinchado seis ruedas de tres coches que tenía aparcados delante de mi casa. Tenía que estar en Lérida ayer y no he podido ir y mi marido ha tenido que ir a trabajar con un coche prestado y mi hijo con una rueda pinchada. Esto es hacer mal por hacer mal, simple vandalismo, porque no ha habido ningún robo", afirmó Milagros Sevillano, otra de las vecinas afectadas.