LOBE HUESCA

Abonados al sufrimiento

El Lobe vence en un duro partido al Breogán y hoy se conocerá el alcance de la lesión de Johnson.

Zengotitabengoa pelea el balón en el suelo con Salson y Freimanis mirando al árbitro.
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JAVIER BLASCO

Cuarta victoria del Lobe Huesca y otra noche de plena tensión, de 59 minutos de batalla, de pico y pala para llegar al último minuto con los nervios a flor de piel. De tres ganaba el Lobe a 21 segundos del final con bola para el Breogán. Freimanis capturó el rebote y Asier Zengotitabengoa apuntalaba al equipo gallego. Pero para llegar a ese 79-74 hubo que sudar mucho.


El Lobe saltó a la pista con ganas de comerse desde muy pronto al Breogán. Pero el partido fue tremendamente igualado. El rival llegó con el poder intimidatorio de Arteaga y sus 209 centímetros bajo los aros y la rapidez de sus dos bases -Hayes y Vallmajó- que Domínguez, técnico del Breogán, puso de partida y aguantó hasta bien entrado el primer cuarto. Navarro se desgañitaba pidiendo velocidad a su quinteto para hacer daño a la escuadra gallega, que con sus pivot daban miedo bajo aros. Lobe quería un partido con el porcentaje de acierto obtenido contra el Tenerife y la intensidad defensiva desplegada contra el Alcázar. Casi nada. El primer parcial fue extremadamente igualado. Las diferencias no iban más allá de tres puntos y se cerró con empate a 20.


Salsón -otro partido muy serio del ala pivot- abrió el segundo cuarto con un triple. Lobe estaba con Herrero, Freimanis, Salson, Laerke y Zengotitabengoa sobre la pista. Con 26-28, Navarro quitaba a Freimanis y metía a Johnson, que con una penetración de esas que levantan a la grada empataba el partido. El americano es un jugador con duende. Su concurso es básico. Contagia a sus compañeros y entonces estos se desmelenan. El problema es que Johnson pedía el cambio. Estaba tocado físicamente y eso eran malas noticias para el Lobe. Estaba roto y ya no volvió a salir. Freimanis asumía la responsabilidad de sustituir al ‘jefe’. El 36-38 reflejaba igualdad, pero también preocupación. El partido entraba en un correcalles peligroso. El letón se pegaba con el más feo del Breogán, Arteaga, que hacía mucho daño; y Salson con Amador, un tallo de 210 centímetros. Pese a todo, el Lobe mandaba 46-44. El cuarto lo cerró Asier con un triple desde 9 metros (49-46).


La segunda parte arrancó con tres ataques errados por el Lobe hasta que Smith consiguió un 2+1 (52-50). La igualdad, en un partido durisimo, era absoluta. Se volvía a mascar un final de infarto, algo a lo que Lobe ya está más que acostumbrado y la grada, también. Lobe necesitaba a ese jugador por encima de la media, el que le da los partidos.


Al último cuarto se entró con 60-63 en el electrónico. Arteaga estaba haciendo mucho daño, mandando mucho en su zona e iba a ser necesario frenarlo en esos 10 minutos para llegar a buen puerto. La defensa del Lobe no terminaba de encontrar la forma de frenar al quinteto del Breogán. El equipo de Navarro afrontó el último tramo con Herrero, Zengotitabengoa, Aranda, Freimanis y Salson. Llegaban esos momentos donde las pizarras vuelan, y aparece la veteranía, la necesidad de embridar el binomio de cabeza ría y corazón caliente con una grada ardorosa. Una canasta de Freimanis cercaba al Breogán (64-66) que luego perdía su ataque. El partido comenzaba de nuevo a 5,56 del final con 66 puntos para ambos conjuntos. Allí, y empujado por una afición que llevó al equipo en volandas, el pulso del Peñas fue más sereno. Marcó el ritmo y se llevó el encuentro.


Ficha técnica:


79 Lobe Huesca Ventura (2), Aranda (11), Johnson (10), Smith (5) y Bonds (0). También jugaron. Llorente (0), Laerke (0), Zengotitabengoa (16), Herrero (4), Salson (16) y Freimanis (15).


74 Leche Río Breogán Vallmajó (8), Brown (7), Arteaga (19), Gomes (6), Hayes (13). También jugaron. Feldeine (1), Riveiro (12), Forcada (6) y Amador (2).


Parciales: 20-20, 29-26, 11-17 y 19-11.


Árbitros: Sánchez Bau y Serrano. Eliminado Brown por personales


Incidencias: Unos 1.200 aficionados en las gradas.