LOBE HUESCA

Ni pipas ni patatas fritas

Buen juego sobre la pista para que la afición se lo pase bien con el espectáculo y jugadores que tengan su cabeza ocupada con los estudios son algunas de las máximas del cuerpo técnico del equipo oscense.

El cuerpo técnico del Lobe, con Suso Seoane a la izquierda de Navarro, se dirige a la plantilla.
Ni pipas ni patatas fritas
RAFAEL GOBANTES

Ni les gusta que la afición coma pipas en la grada, ni que sus jugadores se dediquen al 'sillon-ball' tras los entrenamientos y partidos. Es aquélla máxima de 'mens sana in corpore sano'. Espectáculo para que la grada disfrute y jugadores con la cabeza ocupada de forma permanente; en el baloncesto y con estudios. La capacidad de afrontar semanas con dos partidos y largos viajes se maneja mejor con una mentalidad fuerte que con otra débil. Suso Seoane, segundo de Navarro, lo tiene claro: los fundamentos técnicos están al alcance de casi todos los jugadores, pero tener una mentalidad formada, no. Y es que los tiempos cambian. ¿Por qué hay jugadores tan veteranos en muchos equipos? "Porque los jóvenes no tiran lo que debieran", responde Seoane.

La LEB Oro no deja tiempo para el descanso. Al menos, de momento. El equipo volvió a entrenar ayer en tres sesiones. Dos por la mañana -pesas y ejercicio sobre la pista- y la fuerte por la tarde, también en el Palacio de los Deportes. El Lobe jugó el pasado viernes en Tenerife, emplearon todo el sábado en regresar a Huesca, juegan mañana contra el Breogán y el domingo competirán en Orense para lo que emplearán el sábado en cruzar España (casi) de este a oeste en tren, y otro día para volver. "El jugador tiene que entender que el esfuerzo debe ser doble. No hay lugar a complacencias, y no queda otra que superar cualquier contratiempo. Es que no hay tiempo ni para quejarte, porque sino, no avanzamos. El cansancio se debe superar", indica Suso Seoane.

La LEB Oro lleva al Lobe a jugar en sitios muy distantes de Huesca, y casi sin tregua hasta que lleguen los viernes como único partido de la semana. Y la mejor fórmula para salvar cualquier problema es la victoria. "Con derrotas, es muy duro compaginar los largos desplazamientos con los partidos. Si uno gana todo es llevadero", añade Seoane.

Lobe Huesca está estructurado en un colectivo de seis jugadores con 23 o menos años y el resto por encima de los 27. Los veteranos sirven de hilo conductor a los jóvenes, que, insiste el técnico, "tienen que hacerse duros mentalmente. Siempre digo a los veteranos que van a jugar muchos años, porque los jóvenes, en general, hoy en día, son un poco blandos".

El criterio de Ángel Navarro y Suso Seoane para que un jugador entre en el equipo -fundamentos técnicos aparte- es que estudien o que tengan estudios. Y esto se cumple en el 95% de los casos. La razón es que el juego es finito, ocupa una parte de la vida del jugador, pero no toda su vida. "Es que el baloncesto no son las 24 horas del día. Hay un tiempo para este juego, pero el resto lo tienes que tener ocupado y sacar rendimiento a tu tiempo. Y es mucho más sencillo el entrenamiento con los jugadores que tienen la cabeza amueblada, que con los que solo se dedican a ver la tele y a comer patatas fritas", subraya Suso Seoane.

Ahora mismo, el Lobe tiene a su capitán Chus Aranda terminando INEF, al base Ventura ingeniero industrial, Salsón acabó en Estados Unidos Empresariales, Herrero, además de comunicación audiovisual, ahora estudia psicología, Llorente está en segundo de Minas, Asier Zengotitabengoa avanza en Económicas... Y es que Seoane subraya que con jugadores así, es mucho más fácil entrenar y aplicar los conceptos.