En la montaña rusa

Los azulgrana cayeron a los puestos de descenso en la quinta jornada, los abandonaron en la séptima y han regresado ahora con la necesidad de sumar victorias y marcar goles.

Un ejercicio de memoria colectiva. La temporada pasada, diez equipos corrían el riesgo de bajar a Segunda División en la penúltima jornada de liga. Nueve en la última. El Huesca estaba entre ellos y se salvó gracias a las victorias ante Cádiz y Celta. Como afirmó el capitán Joaquín Sorribas el domingo, los azulgrana parecen condenados a moverse por el alambre toda la temporada. La fenomenal racha que quebró un mal inicio se ha estrellado en la vuelta a los puestos de descenso. Aun con distancias mínimas, parece que hay un grupo de equipos destinados a sufrir todo el año. Una nómina amplia que alcanza a la mitad de los clubes y que invita a pensar en un desenlace similar al del pasado mes de junio.

Yendo un poco más allá en el análisis habitual de la falta de gol y de victorias en El Alcoraz, dos empates ante Numancia y Tenerife y la derrota de Córdoba han ralentizado la marcha de los altoaragoneses, cuartos por la cola debido a la victoria de una Ponferradina que ha salido de la quema. El Huesca suma once puntos, diez Nástic y Recreativo y siete el Tenerife. El sábado toca visita a Tarragona (18.00, emitido por Aragón TV), un encuentro fundamental y en el que una derrota supondría otro paso atrás muy grave.

Los de Onésimo Sánchez no han sido capaces de esquivar el peligro en las doce primeras jornadas del campeonato. Un inicio con dos empates y tres derrotas les sumió en las cuatro últimas plazas al final de la quinta semana, después de caer con estrépito en Vallecas (4-0). Con dos puntos, se unieron a Recreativo, Ponferradina y Tenerife, que ya por entonces delataban su flojo estado de forma. La permanencia se encontraba a un punto y la marcaban Numancia y Nástic.

La situación se aclaró dos sábados más tarde. El Huesca se impuso en Jerez (1-3) y salió del descenso en el lugar, precisamente, del Nástic, un punto por debajo. Otro salto de dos jornadas y la toma del Mini Estadi (0-1) propulsó a los oscenses hacia su mayor ventaja, tres puntos con respecto al decimonoveno lugar que atesoraba la Ponferradina. Un tope que se ha echado a perder en los tres últimos compromisos hasta devolver a los oscenses a un espacio al que no han merecido retroceder por progresión, madurez y nueve puntos sumados de 18.

Como acompañantes no ha habido demasiadas novedades cuando se está a punto de cumplir un tercio de la competición. El Tenerife se encuentra en el pozo desde la primera jornada, una desazón que el Recreativo comparte desde la segunda y el Nástic desde la séptima. La Ponferradina se ha tomado un respiro con la misma receta que se ha de aplicar el Huesca: dos triunfos en casa, ante Las Palmas y Salamanca. Estas crisis se llevaron por delante a Arconada en el Tenerife y Pablo Alfaro en el Recre.

A cambio, conjuntos como Córdoba, Numancia o, sobre todo, Granada supieron reaccionar con prontitud. La lucha por la permanencia compete, sin ir más lejos, al Albacete de Antonio Calderón, con los mismos puntos que los azulgrana y una racha de siete compromisos sin vencer. Alcorcón, Córdoba, Girona o Cartagena tampoco se pueden despistar. A la vez, el Huesca tiene prohibido perderles el rastro.

El pasado año tras la jornada 12, los oscenses eran terceros por la cola con los mismos números de ahora: once puntos, dos victorias. Tres goles más a favor y los mismos en contra. La situación de la tabla era similar a la actual y la reacción nació con la llegada de Doblas y Gallardo más una fenomenal racha y solo dos partidos perdidos en los 14 siguientes.