ESQUÍ

Las pisanieves ya trabajan en las estaciones, con espesores de más de 60 centímetros

Los centros invernales confían en poder abrir en la fecha prevista, el día 27. El domingo se anuncia la entrada de otro frente frío.

La estación de Formigal amaneció ayer con este aspecto
Las pisanieves ya trabajan en las estaciones, con espesores de más de 60 centímetros
ARAMÓN

Las nevadas de los últimos días permiten a las estaciones ser optimistas de cara a la apertura de la temporada este mismo mes. Desde el domingo, aunque de forma intermitente y sin mucha intensidad, no han dejado de recibir precipitaciones y las bajas temperaturas han permitido fabricar nieve.


En las pistas situadas en las cotas más altas se acumulan espesores de más de 60 centímetros. Las máquinas ya les están dando forma para que el día 27 los esquiadores puedan estrenar la temporada, si no hay contratiempos de última hora.


Los responsables de los centros invernales afirman que ahora mismo no hay nieve suficiente para garantizar al cien por cien la apertura en esa fecha, pues es una capa sin pisar y depende de las temperaturas de los próximos días para que se conserve. "Hasta 10 días antes no podremos asegurar nada", aclaró el director comercial de Astún, Andrés Pita. No obstante, añadió, todo indica que se podrá cumplir la previsión, "somos optimistas, de momento las cosas van bien".


En Astún hay entre 30 y 40 centímetros en la parte baja y más de medio metro en cotas altas. Estos días están empezando a trabajar las máquinas que acondicionan las pistas. En otras estaciones como Panticosa, Cerler o Formigal, se acumulan más de 60 centímetros y se sigue fabricando nieve.


El director de Formigal, Antonio Jericó, coincide en que "para la fecha en la que estamos, vamos muy bien". "Si la evolución de los próximos días es la esperada, supone una base inmejorable para recibir más nieve y hacer funcionar los cañones".

Temprana y abundante


Esta temporada, por sus inicios, apunta como las dos anteriores, con nieve temprana y en abundancia, muy necesaria para encarar el puente de la Constitución, unos días festivos vitales para las estaciones de esquí. Las primeras nevadas llegaron a finales de octubre, contribuyendo a enfriar el suelo y darle humedad. De esta forma, las nuevas precipitaciones se asientan con mayor firmeza, haciendo que la primera capa sea más consistente y pueda durar todo el invierno.


Por otra parte, las bajas temperaturas permiten poner en marcha los cañones, con mínimas que ayer llegaron en Benasque a -3,7 grados. Todos los centros invernales han reforzado sus sistema de innivación. Los del grupo Aramón suman casi 900 cañones en el Pirineo y la pasada temporada la empresa pública invirtió 4,2 millones de euros en un avanzado sistema. Y Astún ha aumentado este año su capacidad con 35 nuevas máquinas.


En cuanto a los próximos días, aunque se prevé una mejoría del tiempo, el domingo se anuncia la entrada de otro frente frío. La nieve puede caer a 1.900 metros, pero la cota descenderá el lunes, al final del día, a 1.000 o 1.200.