SD HUESCA

Primos hermanos

Huesca y Numancia se enfrentan este sábado. Son clubes de parecida idiosincrasia y con ciertos paralelismos, aunque los sorianos han sacado tajada de su paso por Primera.

Huesca y Numancia, Numancia y Huesca. Cuesta encontrar clubes de fútbol de elite que reúnan más paralelismos en aspectos estructurales, tales como la población que tienen detrás, el número de socios, su presupuesto o los salarios que percibe la plantilla. Podría decirse que los sorianos cuentan con cierta ventaja al haber militado en Primera División y sabido aprovechar la ola con viento a favor que ello genera. Por descontado, este sábado en El Alcoraz serán once contra once detrás de la pelota.


En masa social susceptible de arropar al equipo gana el Huesca, con una población en la capital que supera los cincuenta mil habitantes por los cuarenta mil en los que se ha estancado la ciudad castellana. También la provincia aragonesa cuenta con mayor demografía: algo más de 200.000 habitantes por los 95.000 de la comunidad vecina. La inmigración ha supuesto el factor diferencial en la última década.


Pero la ratio de socios coloca al Numancia en un lugar de privilegio dentro del fútbol español. Y para muestra un botón: en la campaña 2008/2009, el conjunto rojillo tenía 6.000 abonados en Primera División, lo que suponía un 16 por ciento de los habitantes de Soria. Ningún otro club alcanzaba ese porcentaje. Regresar a Segunda ha rebajado esa admirable efervescencia hasta los 4.484 socios. Con todo, son mil más de los que tiene el Huesca con un veinte por ciento menos de población.


El presupuesto numantino también es algo superior al azulgrana, aunque las cifras actualizadas están a la espera de ver la luz en próximas juntas de accionistas. El año pasado, ya de vuelta a la categoría de plata, el club soriano tenía 6,4 millones para el ejercicio, de los cuales 2.938.000 figuraban en la partida de pagos a futbolistas y cuerpo técnico. El Huesca estaba en algo más de cinco millones.


La orquilla salarial del Numancia se mueve entre los 60.000 euros de algunos futbolistas y los 150.000 de los mejor pagados. En el club oscense habría que tirar para atrás de ambos extremos, dejando por encima de los 100.000 a un reducido grupo de profesionales. Ambas entidades contemplan cláusulas relativas a la división en la que milite el equipo. En Soria inciden en un 20 por ciento.


Ingresos televisivos

En estos datos se nota el tránsito del conjunto soriano por la máxima categoría en tres etapas diferentes, con los ascensos logrados en 1999, 2002 y 2008. Los ingresos por derechos televisivos -utilizados después para hacer proyectos competitivos en Segunda- tienen la culpa del moderado crecimiento en la capacidad inversora del Numancia. Al igual que el Huesca de los últimos cuatro años, los sorianos han tenido la virtud de intentar moverse siempre de acuerdo con la posibilidad de generar recursos.


Ese idilio puntual con la Liga de las Estrellas también está detrás del coqueto estadio de Los Pajaritos, construido en 1999 al abrigo del primer ascenso. El campo, de propiedad municipal, tiene un aforo para 9.025 espectadores.


Quizá la diferencia más clara está en la propiedad de la Sociedad Anónima Deportiva. Mientras en el Huesca ésta se sustenta en una Fundación vinculada en la matriz accionarial a la empresa Bahía y con una inyección muy potente de capital público, el Numancia cuenta con el mecenazgo del constructor Francisco Rubio Garcés, mentor de la Ciudad del Fútbol del mismo nombre que levantó tras adquirir unos terrenos a precios ventajosos en las afueras de la ciudad.


El club soriano también apoya sus esfuerzos en una Fundación con la que comparte dirigentes, de forma similar a lo que ocurre en Huesca. Así, el vicepresidente del club rojillo, Sebastián Ruiz Mateo, es uno de los responsables de esta institución que cobija otras disciplinas deportivas como voleibol, patinaje, gimnasia rítmica, hockey o el fútbol base del Numancia.