SD HUESCA

Convencidos de sus fuerzas

El triunfo tan solvente cosechado en el campo del Jerez ha devuelto a la plantilla del Huesca la confianza en sus posibilidades

El juvenil Garcés pugna con Camacho.
Convencidos de sus fuerzas
JAVIER BLASCO

Igual que los entrenadores necesitan de los resultados para que se entienda mejor su trabajo, los futbolistas precisan de las victorias para creer en sus posibilidades con más convencimiento. Así sucede también con la plantilla del Huesca, que después de ganar y gustarse en Jerez ve las cosas de otra manera, espanta los fantasmas y espera al Cartagena con más avidez que nunca. Nada mejor que un triunfo brillante para multiplicar la alegría en la vuelta a los entrenamientos.El pan de cada día es más delicioso cuando el trabajo da sus frutos. Ayer el equipo azulgrana volvía a entrenar después de conquistar Chapín con un fútbol vertical, basado en una presión eficaz y un salida veloz al contragolpe. Fórmula que necesita del acierto para emulsionar, para que luzcan las diferencias entre las sombras de un titubeante inicio de campeonato.

Los ánimos de Corona a todos los compañeros, la motivación de Onésimo, la ilusión del grupo cobró ayer un brillo especial en el regreso al trabajo en pleno Día de la Hispanidad. El Huesca ha puesto tierra por encima de las dudas que le reconcomían, tras un arranque liguero sin goles ni puntos que tenía al equipo en descenso y, sobre todo, bañado en incertidumbre sobre su potencial.

Como después diría Gilvan en la rueda de prensa, ha desaparecido una losa pero queda una gran trinchera por cavar. Lo sucedido en Jerez es un bálsamo para una plantilla que no había dejado de creer en sí misma pero que necesitaba un tanteador así para reforzar la autoestima.

Lo mejor de lo ocurrido el pasado domingo es el estilo apuntado, la solvencia demostrada frente a un equipo de muchos kilates, la sensación de bloque trabajado, de idea de juego que desarrollar sobre el campo. Es verdad que el acierto monta y desmonta teorías, pero el Huesca de Chapín tuvo una base y una constancia que se había echado de menos en muchas fases de los partidos anteriores. Así es normal que hubieran surgido debates sobre la fiabalidad del conjunto oscense, amparados en la crudeza de la comparación con dos campañas precedentes en las que el equipo oscense, jugase mejor o peor, era una roca a la que resultaba muy complicado hincarle el diente.

Rondos, trabajo de recuperación, partidillos en terreno corto... la sesión de ayer marca el inicio de una semana ilusionante, en la que el Huesca aguarda al Cartagena con hambre de triunfo. El equipo murciano derrotó al azulgrana en los dos compromisos ligueros del año pasado. En ninguno de los dos encuentros se mostró superior. Ese recuerdo amargo puede espolear aún más a los de Onésimo para buscar la victoria de la confirmación. En esta Liga en la que dos triunfos te devuelven a la primera plana, el Huesca ansía capturar tres puntos que, además, supondrían ofrecer a la afición el primer triunfo de la temporada en El Alcoraz. Y a la parroquia hay que cuidarla...