CIERRE DE LUNA

Los trabajadores de Luna se encierran en la fábrica en protesta por los 200 despidos

Los sindicatos endurecen las movilizaciones, tras fracasar una nueva reunión con la dirección y los concursales. El juez limita la información sobre otras empresas del grupo.

Los miembros del comité y algunos trabajadores permanecían anoche encerrados en las oficinas.
Los trabajadores de Luna se encierran en la fábrica en protesta por los 200 despidos
HERALDO

Los trabajadores de Luna Equipos Industriales comenzaron anoche un encierro en la fábrica de Huesca, en protesta por la marcha de las negociaciones para la extinción de los contratos y después de que el juez denegara una petición para que se investiguen las cuentas de otras empresas ligadas a Luna, como Campo Redondo y Talleres Gruyma. Los sindicatos justificaron la acción "por el desprecio demostrado por la empresa y el desinterés de los órganos judiciales".


Los 200 empleados de las fábricas de Huesca y Almudévar están en situación límite: se les adeudan varias mensualidades y casi han agotado el paro en sucesivos expedientes de regulación. Ayer volvieron a concentrarse por la tarde a las puertas de la fábrica mientras dentro tenía lugar una reunión entre el comité, la dirección y los administradores concursales. A la salida de éstos se vivieron algunos momentos de tensión, ya que uno de los trabajadores proclamó "tenemos hambre" mientras otros los insultaban.


Sobre las 20.30, representantes de UGT y CC. OO. informaron del resultado del encuentro y anunciaron que, como medida de protesta, el comité iba a iniciar un encierro en las oficinas, invitando a unirse a los trabajadores. El primer grupo estaba formado por unas 30 personas, que se irán relevando, al menos hasta que el juez tome una determinación.


"En estos momentos ni siquiera hay garantías de llegar a los aspectos más básicos en el cálculo de las indemnizaciones y de los salarios que nos deben, y además no se nos ha facilitado toda la información que nosotros queríamos de cara a demostrar la responsabilidad solidaria del resto de las empresas del grupo", explicó Salvador Salas, de la Federación de Industria de CC. OO. Aragón, en referencia a los principales motivos de discrepancia con la dirección y los administradores concursales. Las diferencias, aseguró, pueden suponer hasta 1.800 euros por trabajador.


El malestar tiene que ver también con el auto judicial que deniega la petición para entregar al comité buena parte de la documentación solicitada, con la que pretendía probar la vinculación societaria entre Luna, Gruyma y Campo Redondo. Ésta, dijo Luis Tejedor, de la Federación del Metal de UGT Aragón "ha sido prestamista, es acreedora y tiene las naves industriales".


"Luna no ha sabido responder a sus trabajadores ni en el final", añadió, y la acusó de "racanear el dinero de sus empleados, aún cuando lo va a pagar el Fogasa". En una semana, el juez podría dictar la resolución de extinción de contratos. Antes, UGT y CC. OO. presentarán un informe oponiéndose.