NATURALEZA

El oso Camille, ¿vivo o muerto?

Ecologistas en Acción denuncia la desaparición de uno de los últimos osos autóctonos del macizo, un ejemplar viejo y enfermo del que los guardas que siguen su rastro no tienen noticias desde el pasado mes de febrero.

Esta foto, tomada a principios de febrero en Ansó por una cámara fija, es la última que se tiene de él.
El oso Camille, ¿vivo o muerto?
DGA

Es viejo, está enfermo y no ha dado señales de vida en todo el verano. Todo hace presagiar lo peor e incluso Ecologistas en Acción teme que Cami-lle, uno de los últimos osos autóctonos del Pirineo, haya desaparecido para siempre. Así lo denunciaba ayer la organización conservacionista, que además criticaba duramente a las administraciones aragonesa y navarra por sus planes por conservar la especie. Ayer se produjo un nuevo ataque de un plantígrado a un rebaño de ovejas, en los montes de Ansó, aunque el Gobierno aragonés descartó que se trate de este singular ejemplar.

Fue la tarde del 5 de febrero cuando una cámara fija instalada por los guardas que siguen su rastro captó al viejo Camille deambulando por los montes de Ansó. Es la última pista que el Gobierno aragonés tiene de él. Pero sus vecinos navarros, según la consejería de Desarrollo Rural y Medio Ambiente, han seguido su rastro hasta entrada la primavera. Además restan importancia a la denuncia de los ecologistas: "El hecho que no haya muchas pistas no es excesivamente sorprendente. En 2005 también desapareció durante una larga temporada y volvió a reaparecer en el otoño", advirtieron. Es más, incidieron en que la sequedad del suelo en verano dificulta que se encuentren huellas.

Aunque todos estos argumentos no parecen convencer a los conservacionistas, quienes daban crédito y hacían público ayer un rumor que durante todo el verano ha corrido por los valles en los que la presencia de este ejemplar era habitual: Isaba, Ansó y Hecho. Para Ecologistas en Acción, la ausencia de "pistas" confirmaría "el más negro de los presagios, su muerte". Asimismo, advierten que a la desaparición de Camille, uno de los últimos machos que habitan la zona occidental del macizo, se ha llegado por la "contumaz negligencia de las administraciones navarra y aragonesa". A la primera, la acusa de llevar a cabo un "obsoleto" Plan de Recuperación de la especie y a la aragonesa de ni siquiera elaborarlo, a pesar de estar obligada desde hace 19 años.

En un comunicado, los ecologistas critican también que el Gobierno de Aragón haya gastado cuatro millones de euros en la conservación del oso ya que, a su juicio, la desaparición de Camille "evidencia su fallida política" para la conservación de la especie y denuncian que se ha invertido en ayudas "sin finalidad específica de conservación". No obstante, Medio Ambiente especificó que dicho dinero está destinado a pagar el equipo de vigilancia que sigue los pasos de estos animales, en medidas como la compra de vallados eléctricos y mastines, y en ayudas a los propietarios de rebaños ya que desde hace dos años asume el pago de la subvención que hasta entonces concedía la Unión Europea a quienes pastaban en zona osera.

Los ecologistas, además, advierten que en la zona occidental del Pirineo solo quedan dos machos: Neré y Canelito, ya que afirman que Camille y Aspe Ouest es el mismo ejemplar con diferente nombre en España y Francia. Por ello insisten en que la única forma de revertir la situación actual que desembocará en la desaparición de la especie es "el reforzamiento con dos hembras".

Otro ataque en Ansó

La noticia de la posible desaparición de Camille saltó a los medios ayer, justo el mismo día en el que el Gobierno aragonés confirmó un nuevo ataque de un oso a un rebaño de ovejas. Fue en el término municipal de Ansó, en los montes de Ezcaurri. El animal mató un oveja, confirmó Medio Ambiente.

Aunque el Gobierno aragonés no pudo determinar la autoría del ataque, descartó totalmente que se tratara de Camille ya que una cámara fija cercana al lugar donde se produjo captó la imagen del animal. El plantígrado no tenía los cuartos traseros pelados por lo que los técnicos de Medio Ambiente barajan la posibilidad de que sea Neré, un oso de tronco esloveno cuyo rastro se ha detectado en la zona en los últimos meses y al que se le atribuyen otros ataques durante la primavera tanto en la provincia de Huesca como en Navarra.