Fomento retrasa a finales de año la apertura del único tramo pendiente entre Siétamo y Monzón

Los usuarios de la parte de la autovía Huesca-Lérida que ya está en servicio tendrán que seguir atravesando un auténtico 'laberinto' a la altura del puente del Alcanadre para entrar y salir de la A-22 al menos hasta final de año o principios de 2011. Y es que aunque el Ministerio de Fomento trabajaba con la previsión de abrir en octubre este pequeño tramo de 4,5 kilómetros que están sin terminar por la aparición de una sima en Lascellas, los plazos se retrasan ahora varios meses.

Así lo aseguró ayer en Monzón el secretario de Estado de Infraestructuras, el oscense Víctor Morlán, durante una visita que giró a las obras realizadas por el Ministerio de Fomento en la capital mediocinqueña, donde se están construyendo tres glorietas en la travesía N-240 (dos de ellas ya están en servicio) y se han suprimido tres pasos a niveles. El coste de estas obras alcanza los 9 millones de euros. Además, Morlán anunció que ya está listo el proyecto para eliminar otros dos pasos a nivel en zonas agrarias.

El secretario de Estado de Infraestructuras volvió a repasar la situación de las tres autovías que están en obras en la provincia. Así, sobre la Huesca-Lérida, explicó que el tramo pendiente de 4,5 kilómetros entre Ponzano y Velillas ya tiene partida presupuestaria para actuar en la zona donde se abrió una sima durante los trabajos de construcción, lo que obligó a modificar el trazado. Cuando se abra, se podrá circular 55 kilómetros por autovía desde Siétamo hasta pasado Monzón.

El alcalde de Lascellas-Ponzano, Félix Borruel, ya ha alertado de la peligrosidad de este tramo porque hay dos rotondas para salir de la autovía en el desvío de Abiego, pasado el puente del Alcanadre, y volver a la N-240; y otras dos para incorporarse de nuevo a la A-22 en Ponzano .

Por otra parte, Morlán insistió en que la ejecución de las autovías Huesca-Jaca y Jaca-Pamplona irá más lenta debido a las dificultades orográficas, que plantean problemas geotécnicos. "Así como entre Siétamo y Lérida no hay dificultad y hay recursos para que en 2011 se pueda concluir, entre Huesca y Pamplona es más difícil", señaló.

El secretario de Estado de Infraestructuras concretó que entre Jaca y el límite de Navarra (A-21) "hemos rescindido un contrato y vamos a acabar uno de los tramos, pero a continuación sacaremos una concesión público privada para que se lleve a cabo toda la autovía". "Eso no me preocupa aunque sí que es cierto que tenemos que hacer todos los estudios necesarios", añadió.

En este sentido, destacó que los principales problemas de ejecución están en el puerto de Monrepós. "Hemos rescindido dos contrarios, uno de ellos porque la obra no se había iniciado hace más de un año, y vamos a tener una aportación para el 2011 que va a permitir continuar las obras, aunque va a ir más lenta porque tiene más dificultades", dijo.

Críticas del PP

Por otra parte, el presidente provincial del PP, Antonio Torres, criticó ayer la inexistencia de documentos que, por escrito, garanticen la continuidad de las obras de la autovía Lérida-Huesca-Pamplona. Torres afirmó que las empresas adjudicatarias "están llevando a cabo trabajos mínimos de mantenimiento" por la falta de esas garantías escritas y aseguró que la prueba de ello es que en Monrepós "se están tabicando las entradas de los túneles".

En respuesta a ello, Víctor Morlán negó las denuncias del PP y acusó a Torres de "no tener ni idea de cómo funciona esto" y manifestó que la relación con las adjudicatarias es "fructífera".

Avances en la A-14

Por la mañana, el secretario de Estado de Infraestructuras se reunió en Lérida con representantes sociales, políticos y económicos y les anunció que dos de los tramos de la A-14 (Lérida-valle de Arán por Huesca) se realizarán mediante un contrato de colaboración público-privada durante 25 años, lo abre la posibilidad de que las obras se aceleren aunque no dio plazos de finalización.