El monasterio de San Victorián ya es íntegramente del Gobierno de Aragón, tras el acuerdo de compraventa alcanzado con la sociedad de propietarios, encabezada por Luis Vecino, sobre la parte privada. Los trámites ya han comenzado, lo que permitirá poder actuar en la antigua abadía, anexa al claustro y al cenobio actualmente en obras. Tras una tasación oficial de su valor, el precio que la administración autonómica va a pagar por la parte construida es de 279.000 euros, un precio que se justifica "por su carácter monumental". Eso sí, se ha rechazado la opción de adquirir toda la finca con su terreno rústico.

A principios de julio ya se supo que las negociaciones estaban muy avanzadas y que la DGA iba a adquirir la antigua hospedería y el palacio abacial, prácticamente en estado de ruina, para reunir toda la propiedad y poder intervenir en el Bien de Interés Cultural. Lo que no se había concretado hasta ahora era el precio pactado.

Los intereses de ambas partes han coincidido y el director general de Patrimonio del Gobierno de Aragón, Jaime Vicente, destacaba ayer el interés común de "conservar el monasterio". Las negociaciones se han retrasado por la negativa de la administración a aceptar el precio que pedían los propietarios, pero no ha sido el único factor. "Durante mucho tiempo existía el interés de propietarios e incluso de las administraciones de convertir la parte privada en un hotel, lo que hubiera permitido generar una actividad económica diferente a la visita; al no ser factible, nos concentramos en la adquisición".

Los antiguos dueños se hicieron con el inmueble y los terrenos con la intención de construir un hotel con encanto pero ante los problemas surgidos por la doble titularidad del claustro, éstos dejaron aparcado el proyecto hostelero y entraron en negociaciones con la administración pública para que adquiriera la parte privada. Así ha sido finalmente, y Jaime Vicente espera que tras los trámites necesarios la compra-venta esté cerrada a finales de año, ya que la partida económica está incluida en los presupuestos de 2010.

Para el Ayuntamiento de El Pueyo de Araguás, ha sido una buena noticia, pues es la zona más deteriorada del monasterio. De hecho, una de las reivindicaciones municipales es que se permita el acceso turístico a algunas de las dependencias, porque reciben muchas reclamaciones de personas que se encuentran la puerta cerrada. "Sólo pedimos que haya alguna puerta abierta", dijo el alcalde, Jesús Buetas.

El plan de rehabilitación continúa con la reparación de pavimentos, muros y cubiertas de la iglesia donde se han realizado excavaciones que han permitido localizar "las trazas más antiguas de la iglesia, posiblemente del siglo IX y las diversas reformas sufridas por el monasterio". Según el director de Patrimonio, estas cimentaciones quedarán a la vista. Sobre el uso para la parte privada, no quiso adelantar nada. "Lo primero es entrar en las dependencias y conocer su estado para emprender su consolidación o rehabilitación, entonces decidiremos sus posibles usos culturales".