JACA

El mercado batió récord de público

La capital jacetana celebró ayer la séptima edición de su fiesta para promocionar las huertas. En ella participaron dieciocho hortelanos de la comarca.

Imagen del mercado medieval.
El mercado batió récord de público

Tomates, judías, patatas, pepinos, calabacines o cebollas, todos ellos regados por las fuentes y los ríos de la jacetania, fueron los protagonistas del Mercado de las Huertas de Jaca que se celebró ayer por la mañana en la plaza de San Pedro, organizado por el área de cultura del ayuntamiento.


Esta séptima edición batió su propio récor, ya que contó con la participación de 18 hortelanos y el día soleado que se registró contribuyó a que el público abarrotara los diferentes puestos de los horticultores y adquiriera la mayor parte de los productos puestos a la venta. Entre éstos, los menos numerosos fueron los tomates, ya que todos los horticultores coincidieron en que no ha sido un verano bueno para este producto. "La flor no ha cuajado y vienen muy tardíos", explicó José González, propietario de la huerta La Botiguera.


Pese a esto, la exposición de productos de la huerta jacetana era muy extensa y diversa y los agricultores se mostraron satisfechos con lo recogido este verano, aunque reconocieron que no ha sido del todo bueno en lo que respecta al tiempo. A Miguel Espuña, propietario de la huerta Eras de Oroel, lo que mejor le ha salido ha sido la patata. Lleva cinco años participando en esta jornada, de la que destaca el buen ambiente y el contacto con el público. Además fue el único hortelano del mercado que todavía utiliza una vieja báscula romana, algo que despertó la curiosidad de muchos curiosos.


También estuvo presente la agricultura ecológica, de la mano de una huerta de Abena, que no utiliza pesticidas, sólo estiércol y agua. Una de las responsables de ella, Marta, subrayó que la celebración del Mercado de las Huertas "es una buena idea y como ya hemos transmitido a la concejal de cultura, nos gustaría que se hiciera más a menudo porque es una ocasión muy buena para que los agricultores de la zona saquen sus productos y ganen un poco de dinero".


En esta nueva edición también estuvo presente la solidaridad. Y es que el bar casa Fau ofreció un almuerzo de 'huevo al lebrillo' (huevos rotos con aceite crudo, ajos y vinagre) a beneficio de la Asociación Española Contra el Cáncer que fue todo un éxito entre los asistentes ya que se repartieron unas 500 raciones. Este acto solidario se completó con el puesto de la asociación cultural de la huerta de Torrijos, cuya venta de productos también se destinó a dicha asociación contra el cáncer.