GRAUS

Varias mujeres crean en Graus la Asociación de Viudas Ésera-Isábena

Tiene más de 40 socias y pretende concienciar a la sociedad de su situación.

Tres de las promotoras de la recién creada asociación.
Varias mujeres crean en Graus la Asociación de Viudas Ésera-Isábena
ANGEL GAYúBAR

graus. Con el objetivo de concienciar a la sociedad local sobre la situación del colectivo, reivindicar asuntos como las pensiones o las prestaciones sociales y programar y realizar las más diversas actividades, acaba de nacer en Graus la Asociación de Viudas Ésera-Isábena.

En sus primeros días de andadura oficial, la entidad cuenta ya con más de 40 asociadas que se reúnen los jueves, en estos meses de verano, de 19.00 a 21.00 en un local cedido por el Ayuntamiento de Graus y situado al lado del colegio Joaquín Costa.

"En estas primeras semanas nos dedicamos a hacer sobre todo una labor de voluntariado porque nadie comprende mejor a una viuda que otra viuda y aquí encontramos un sitio para hablar de nuestros temas, de nuestras preocupaciones e inquietudes", señala Mari Paz Ribera, recién elegida como presidenta de la entidad.

Siete mujeres componen la junta directiva de esta asociación entre las que se encuentran Dora Latorre, como secretaria, y Rosario Ferraz, como vocal. "Nos planteamos -comentan- ser muy reivindicativas en temas como las pagas de viudedad, un asunto en el que entendemos que estamos discriminadas con respecto a otros colectivos, pero también apostamos por organizar diversas actividades de tipo cultural y social". Ribera recuerda que solo en Graus hay más de 170 viudas y que a todas ellas se les ha hecho llegar una circular con información sobre la entidad y sus objetivos.

Hace ahora quince años ya se intentó crear en la villa ribagorzana una asociación de estas características pero la idea no cuajó. "Ahora -apunta Latorre- hemos contado con el apoyo de la Federación Aragonesa, cuya presidenta, María Rosa Arranz, se ha implicado en este proyecto y nos ha sido de gran ayuda". El pasado 23 de abril, 23 viudas grausinas sentaron las bases de un proyecto que se materializó definitivamente el 27 de julio con la celebración de la primera asamblea general y el nombramiento de su junta rectora. También se aprobaron las cuotas -de 10 euros anuales- y se esbozaron las líneas maestras que van a regir el funcionamiento de una entidad cuyas promotoras consideran "muy necesaria".