'¡Que calor!' Esta fue la exclamación más repetida ayer en toda la geografía altoaragonesa, donde las temperaturas alcanzaron algunos de los máximos de todo el verano. En Huesca el mercurio llegó a marcar los 430 en un termómetro de un establecimiento situado en el Coso. No obstante, los registros oficiales aportados por la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) indican que la máxima en la capital (observatorio de Monflorite) fue de 36,5 a las 16,20. Sin embargo el registro más alto fue en Fraga y en Ballobar con 37,80. En Tamarite llegaron a 370 y en Barbastro 36,50. El calor se dejó sentir también en el Pirineo con máximas de 35,7 en Aínsa y de 33,30 en Jaca. Torla, registró la temperatura mínima de las máximas con 30,60.

Así se cumplieron las previsiones de la Aemet, que ya había alertado de riesgo de temperaturas que iban a alcanzar los 370 en el centro de la provincia, 340 en el Pirineo y 360 en el sur.

Fuentes de la delegación en Aragón de la Aemet explicaron la oscilación entre sus registros y los de los termómetros que hay en las calles de las ciudades por las diferentes condiciones en que se hacen las mediciones. La Agencia toma los datos de la temperatura del aire mediante equipos instalados en una garita, resguardados del sol y a una altura determinada del suelo, mientras que los termómetros de la calle están expuestos directamente al sol o se encuentran a la sombra por lo que miden ese influjo, de modo que si están en una zona con más insolación marcan más grados que si están en la sombra, "pero eso no quiere decir que no se alcancen esas temperaturas", apuntó un portavoz de la Aemet. "En una avenida, en medio del asfalto con mucha radiación pueden tener esas temperaturas que vemos reflejadas en los termómetros. Pero las oficiales se miden de una manera determinada", añadió.

Combatir el calor

Con los registros de ayer cada cual sorteó la canícula como pudo. Los baños en el río o en las piscinas constituyeron unas de las mejores fórmulas para combatir el calor. En la Ciudad Deportiva de Huesca ayer hubo una de las mayores afluencias de bañistas del mes de agosto, 690 se habían contabilizado hasta media tarde. El día anterior fueron 591 y 563 el viernes. Fuentes de la instalación apuntaron que estos tres últimos días se ha notado un incremento que relacionan con la subida de las temperaturas. No obstante, también se nota que hay muchas familias de vacaciones porque no se han llegado a contabilizar los 1.200 usuarios alcanzados en una jornada de julio. También en la piscina de San Jorge han viso aumentar la entrada de usuarios en los últimos tres días en relación con el resto del mes en curso. Ayer hubo 620 bañistas y 650 el sábado. Cifras importantes para la segunda quincena de agosto que, en general otros años, acusa un descenso. Pero el termómetro manda.

Frente al lleno de las piscinas, los veladores apenas tuvieron ocupación en las horas centrales del día. Aún en la sombra, era difícil soportar el calor y los clientes optaban por refugiarse en el interior de los establecimientos para disfrutar de un aperitivo o un café a la fresca que proporcionaban los aparatos de aire acondicionado. A falta de estos medios, en el Parque Bar, uno de los veladores al aire libre más frecuentados y con más solera de la ciudad, los clientes a duras penas se refrescaban con unos ventiladores que pulverizaban agua además de dar aire. Los oscenses combatían también el calor a golpe de abanico y tomando agua, helados, refrescos y cervezas bien frescas. También las fuentes públicas sirvieron a algunos para aliviarse de la sofoquina.

Pocos cambios

Para hoy lunes, la situación apenas se prevé que cambie. La Aemet mantiene la alerta de riesgo de temperaturas altas que puedan llegar a los 360 con mínimas de 200. En principio se espera que esta semana sea también bastante calurosa. La Agencia Estatal de Meteorología, en sus predicciones, indica que hasta el sábado las máximas se situarán en la capital entre los 330 y los 360 mientras que las mínimas estarán entre los 20º y los 170 que se esperan el miércoles, que puede ser el día menos sofocante.