SD HUESCA

Otra victoria para el zurrón

El Huesca gana en Sariñena en un partido soso y hoy se presenta en El Alcoraz (18.30) ante su afición contra el filial del Athletic. Onésimo reservó contra el conjunto monegrino a varios jugadores que se perfilan básicos en el esquema de juego.

Molinero, el más veterano de la defensa que dispuso ayer de inicio Onésimo contra el Sariñena, disputa un balón a un jugador del equipo monegrino.
Otra victoria para el zurrón
JAVIER BLASCO

Onésimo dejó ayer a parte de su artillería en el amistoso contra el Sariñena ya que el Huesca se presenta esta tarde -18.30- en El Alcoraz ante su afición con los cachorros del Atletic como invitados la fiesta y aún está fresco el partido del pasado miércoles contra el Lleida, el amistoso más exigente de la pretemporada.

Onésimo dibujó ayer de inicio un equipo de circunstancias. Dejó sin vestir a Helguera, Marcos, Camacho y Gilvan. Y tampoco estuvieron por lesión Bauzá, Víctor ni Robert. Así las cosas, por delante de Andrés puso a dos centrales de futuro como son Garcés y Lukic, la banda derecha fue para otra joya de la cantera, Kevin, y la izquierda para Molinero. La creación se la dejó a Gallardo con Sorribas de escolta y las bandas para Navas y Jokin. Por delante de ellos Óscar Vega y Galán en punta para finalizar.


El partido discurrió por lo que se temía: un frontón. Y cuando no hay duende, estos partidos dejan de serlo se convierten en amistosos un tanto soso que rayan el soltero contra casados. La diferencia de calidad entre ambas escuadras era más que notable por lo que los monegrinos se dedicaron a tapar huecos y los oscenses a labor de zapadores para buscar resquicios de donde sacar goles. Eso sí, puestos a buscar puntos buenos de partidos como el de ayer es de destacar los buenos reflejos que hay bajo los palos en el fútbol provincial, con independencia del nombre del club. Ocurrió en Montesusín, y también ayer con el Sariñena, con un Mario Ariño soberbio desbaratando todo lo que iba entre los tres palos, salvo dos imposibles.


Los de Onésimo encadenaban muchos pases, pero les costaba un mundo llegar con claridad a la definición. Los de Eduardo Orduna establecieron una muralla de tres líneas por delante de su portero y a aguantar la avalancha. Así discurrieron los 30 primeros minutos en un partido carente de fútbol.


La lata se abrió en el minuto 34 con un gol de Óscar Vega tras un espectacular pase de Jokin Esparza. Un gol de agradecer por su configuración. Y es que cuando un partido se espesa tanto era un deseo a gritos que se rompiera, al menos, con cierta belleza. El segundo llegó de la bota de Lukic, que se encontraba en ese momento debajo mismo del larguero. Y es que la carencia ofensiva del Sariñena era tal, que los centrales del Huesca acampaban en el rectángulo monegrino.

Con el 0-2 se fueron los equipos al descanso. Onésimo quitó a Jokin y metió a Valentino que sigue a la espera de saber dónde jugará la próxima campaña para crecer más como jugador. En esos cinco primeros minutos, el Sariñena cruzó más veces la divisoria que en toda la primera parte, pero sin peligro alguno. Andrés seguía siendo un espectador de lujo desde más allá del área grande.


Gallardo se fue a la banda izquierda, Vegar al centro y Valentino se quedó de segundo punta; movimientos tácticos para un fútbol similar. El marcador se mantenía el 0-2 con el que acabó la primera parte. Había ocasiones del Huesca, pero ninguna fructífera. Onésimo movió el banquillo y metió a Rico en la banda izquierda por Molinero, y a Sastre por Galán. Contra toda teórica, el Sariñena incluso se estiró un poquito, pero el partido no dejaba de ser un frontón. Una gran jugada de Navas por la banda derecha dejando en el suelo a tres contrarios a la carrera despertó a la grada del sopor.


La salsa llegó con una polémica decisión del línea que vio fuera de juego en una contra de los monegrinos. Bueno, al menos se metí algo de madera al campo. Ya en un carrusel de cambios y con la esperanza de que el colegiado pitara pronto, el partido discurría con la esperanza de que nadie se lesionara y el deseo de ver alguna jugada de cierto toque e imaginación. El Huesca amasó otra victoria en su pretemporada, sigue haciendo provincia y ya falta menos para que el cuero dibuje en Ponferrada el próximo sábado el primer partido de los de verdad.