TURISMO

La ciudad se convierte en destino turístico

La Oficina de Turismo de Huesca está recibiendo más de 500 visitas al día de personas que vienen a conocer la ciudad y su entorno.

Un grupo de turistas visitando los claustros de San Pedro el Viejo.
La ciudad se convierte en destino turístico
RAFAEL GOBANTES

Huesca está dejando de ser una ciudad de paso para convertirse en destino turístico. Las campañas de promoción que han venido haciendo tanto desde el área de Turismo del Ayuntamiento como desde los departamentos correspondientes de las comarcas de Hoya de Huesca como desde la vecina del Somontano, están dando sus frutos y los visitantes, que abarrotan cada día la oficina de información o forman grupos numerosos en las visitas guiadas, llegan al Alto Aragón con la idea concreta de permanecer unos días en la capital antes de alcanzar el Pirineo.


"Queremos ir a Ordesa, pero antes hemos preferido conocer la ciudad y los alrededores. Llegamos ayer, ya hemos hecho la visita guiada a Huesca y hemos comido en un restaurante muy bien. Ahora vamos a visitar otras zonas y mañana vamos a Loarre". Programas de viaje como este que explicaron ayer Teresa y Juan, de Logroño, son los que se suelen programar muchas de las personas que visitan la capital, según han percibido en la Oficina de Turismo, por la que este último mes están pasando diariamente más de 500 personas y hasta 700 en alguna fecha puntual, según indicaron fuentes municipales. A falta de que se haga un balance y una valoración comparativa, todo parece indicar que las visitas han aumentado con respecto al mes pasado.


La capital recibe generalmente un turismo familiar, sobre todo nacional, que viene para dos o tres días a la ciudad y a conocer el entorno. También hay muchos extranjeros, sobre todo de Francia, pero también de las más diversos países: Estados Unidos, Nueva Zelanda, Israel o Eslovaquia, y otros muchos proceden de Holanda y Bélgica, según apuntaron en la Oficina de Turismo. Sus técnicos comentaron que curiosamente los extranjeros vienen con el programa más preparado, sabiendo qué es lo que desean conocer, mientras que los nacionales preguntan más por los lugares que pueden visitar.


Loarre sigue siendo un destino con fuerte tirón, pero cada vez preguntan más por lugares como la Sierra de Guara, los Mallos de Riglos, el Salto del Roldán o la ruta del vino del Somontano. "Muchos se sorprenden de que a poco más de 20 kilómetros de la ciudad haya enclaves naturales tan diferentes", comentaron. También hay quienes buscan patrimonio y cultura.


Fernando Gil, Marta Mainer y Gabriela Sanagustín atendían ayer por la tarde, sin pausa y si perder la sonrisa, a las muchas personas que entraban en la Oficina de Turismo. Les entregaban los folletos informativos, planos de la ciudad y mapas de la provincia, les detallaban itinerarios y les ofrecían el 'carné del turista' que, una vez sellado en su alojamiento, les sirve para obtener descuentos en numerosos establecimientos así como para tener una reducción en el bus turístico, una opción muy utilizada por quienes llegan en transporte público. Además reciben numerosas consultas por teléfono y por correo electrónico.


Desde la Oficina de Turismo parten también todos los días a las 11.00 y a las 17.00 las visitas guiadas por la ciudad que concentran grupos de entre 25 y 45 personas. El recorrido, de 2 horas de duración, les lleva por San Pedro el Viejo, la catedral, el Ayuntamiento y el Museo de Huesca, con paradas intermedias en lugares clave como la casa de Ramón Acín.