Los dos quirófanos del Centro de Alta Resolución de Fraga, inaugurado hace más de un año, entrarán en funcionamiento por fin en septiembre. Así lo anunció ayer la concejal socialista fragatina y presidenta de la Mesa de Sanidad de las Cortes de Aragón, Montse Villagrasa.

La edil explicó que una vez que se ha concluido el proceso de puesta a punto de los dos quirófanos, el Consorcio Aragonés de Alta Resolución (Casar), al que pertenece al centro de Fraga, ha sacado ya a concurso el contrato para la gestión y asistencia de la especialidad de oftalmología, que será la primera que se beneficiará de estas nuevas instalaciones.

Según Montse Villagrasa, los quirófanos irán ampliando posteriormente su actividad con otras especialidades como ginecología, traumatología, urología, etc.

El concurso del servicio de oftalmología ha salido a licitación por un importe de 675.790 euros, incluyendo las consultas de especialidades, pruebas e intervenciones quirúrgicas durante los años 2010, 2011 y 2012. Actualmente, se ofrece el servicio desde Lérida pero a partir del mes que viene todo el proceso se llevará acabo en el centro sanitario de Fraga, incluyendo procedimientos diagnósticos, quirúrgicos, terapéuticos y consultas externas.

390 intervenciones al año

El pliego indica una estimación anual de actividad del servicio y su coste. Así, se prevé que se realicen 390 intervenciones de cirugía mayor y menor, que costarán alrededor de 264.000 euros. El precio de los 169 procedimientos diagnósticos previstos ascenderá a 20.500 euros y los 89 procedimientos terapéuticos a 11.600 euros. Se prevé, además, que se tendrán que realizar consultas externas a una población estimada de unos 29.000 usuarios, con un coste de algo más de 41.000 euros.

Las empresas interesadas en prestar este servicio tienen hasta el próximo 28 de agosto para presentar sus ofertas. En la baremación se tendrá en cuenta la distancia a recorrer hasta Fraga, la dimensión de la plantilla y los días de la semana de consulta.

El Centro de Alta Resolución de Fraga da servicio a unos 30.000 vecinos del Bajo Cinca y de las comarcas limítrofes catalanas y aragonesas. El edificio fue inaugurado en mayo de 2009 tras una inversión del Gobierno de Aragón cercana a los 7,5 millones de euros. También es sede del servicio de emergencias del 061.