TRES AÑOS DESPUÉS

Reclaman una condena "ejemplar" por el atropello de la Manhattan

Unas 150 personas se concentraron ayer en Huesca para recordar a la víctimas en el tercer aniversario del trágico accidente.

Josan, una de las víctimas, se colocó en medio de las pancartas.
Reclaman una condena "ejemplar" por el atropello de la Manhattan
R. G.

Familiares, amigos y algunas de las víctimas del atropello ocurrido el 28 de julio de 2007 a las puertas de la sala Manhattan de Huesca, que provocó la pérdida de dos vidas y heridas graves a ocho personas, se concentraron ayer coincidiendo con el tercer aniversario de la tragedia para volver a pedir justicia "y que se cumpla de ley de forma ejemplar".

Tras desplegar dos pancartas con los mensajes de 'Más justicia y menos accidentes' y 'Voces contra el olvido', Sara, compañera de José Antonio Rodríguez, una de las personas que sufrió heridas más graves en el accidente (perdió la vista y le tuvieron que amputar las dos piernas), empezó a leer un comunicado recordando que las vidas de los presentes en el acto habían cambiado "radicalmente" por el siniestro, "que ha supuesto un trauma psicológico irreparables para los afectados y para algunos, como Josan, secuelas de gran magnitud".

Las lágrimas afloraron en su rostro recordando lo sucedido aquel día y le impidieron continuar, por lo que otra de las participantes tomó entonces el megáfono para afirmar que "sacamos fuerzas en recuerdo de Benito y de Javi -los dos fallecidos en el atropello- y para mostrar nuestro apoyo moral a los afectados que luchan por seguir con sus vidas". "No olvidamos que hay un criminal y muchos responsables detrás de este delito y solo pedimos justicia para un crimen que nunca debió suceder", concluyó.

Unos aplausos cargados de emoción dieron paso a la alocución de Julia Bernad, madre de uno de los fallecidos, quien dejó claro que "nunca" dejará "que se olvide ese macabro amanecer" del 28 de julio. Con la voz desgarrada por el dolor, confesó que desde lo sucedido "vivo en la tortura". A su juicio, el presunto autor "sabía perfectamente lo que estaba haciendo, pero el principal problema es que nadie le debería haber dado el carné de conducir".