SD HUESCA

"Hay un gran ambiente"

Molinero, feliz en sus primeras horas como jugador azulgrana.

Francisco Molinero, en su primer entrenamiento.
"Hay un gran ambiente"
JAVIER BLASCO

La experiencia del último año en Rumanía ha debido de dar mucho poso a Francisco Molinero, quien ayer acudió a su presentación en la sala de prensa del Alcoraz con un mensaje madurado al calor de siete años en el fútbol profesional. Seguro de sí mismo, elaboró una atinada radiografía de la Sociedad Deportiva Huesca a las pocas horas de su ingreso en la disciplina. Por la mañana se entrenó con sus nuevos compañeros, superó el reconocimiento médico y firmó su nuevo contrato con el club azulgrana. Ya es el futbolista número 18 del proyecto. Defenderá el lateral derecho y el dorsal 7.


Junto a él, en la mesa, un agradecido Agustín Lasaosa, con el rostro satisfecho por la operación que se cerró el domingo por la tarde. Abrió el acto con una felicitación doble para Molinero, "por venir, le estamos muy agradecidos. No ha sido fácil porque le pretendían varios equipos. Y porque hoy (por ayer) es su cumpleaños". 25 años y cinco clubes a sus espaldas, criado en la cantera del Atlético de Madrid y con el Dinamo de Bucarest como anterior destino. Se trata de esos jugadores a los que se ha visto tanto que parecen más veteranos de lo que realmente son. Gallardo entraría en ese grupo.


El toledano, nacido en la localidad de Ontígola, explicó los porqués del fichaje amparado en las personas, no en las tentaciones materiales. "Se ha hablado en dos semanas. Había otras posibilidades, pero la del Huesca estaba sobre la mesa. Es un proyecto serio y al pasar por el vestuario he visto la ilusión que se respira, parecía que yo llevaba allí cuatro o cinco años y era mi primer día. Hay que agradecer que haya un buen grupo y todos tenemos que remar para que el año sea lo más tranquilo posible", contaba. Aunque con un ritmo menor al del resto de la plantilla, Molinero fue uno más en el Instituto Montearagón, todavía sin relacionarse mucho con los demás por aquello de la timidez, pero muy próximo a algunos como Gallardo.


Insistía en que "hay un buen ambiente con el cuerpo técnico y se respira una ilusión tremenda. Los compañeros me han dado confianza nada más llegar, enseguida te meten en el grupo. Tengo muchas ganas de coger el ritmo para intentar hacer cosas buenas". Esas cosas buenas, desde el lateral derecho, si bien no desdeña actuar por la izquierda. Deja su definición "para los que entienden", y promete "trabajar diariamente y dar el cien por cien cuando juegue". Entre su debut en Primera con el Atlético, a los 19 años, y la frustrante etapa en Rumanía, donde no terminó de sentirse a gusto puesto que era "un fútbol muy diferente", se ha forjado un hombre que ahora se disponer "a jugar" en un club que le abre sus puertas. "Nadie es mejor que nadie, no debe haber objetivos personales y sí del Huesca. Eso es el 80 por ciento del éxito", terminó.