TIEMPO LIBRE

Noches de piscina bajo la luna

Las piscinas municipales de San Jorge comenzaron el lunes el programa nocturno 'Ven a tomar la luna".

La mayor parte del público de estas veladas es joven.
Noches de piscina bajo la luna
JAVIER BLASCO

Las piscinas municipales de San Jorge -con una presencia de 12.749 usuarios en lo que va de julio- comenzaron el lunes el programa nocturno 'Ven a tomar la luna", con el que la apertura de las instalaciones se prolonga desde las 20.30 (cierre habitual) hasta la medianoche.


Esta iniciativa se lleva a cabo desde hace 10 años. El Patronato Municipal de Deportes del Ayuntamiento de Huesca se encarga de este proyecto donde los usuarios -más de 300 en el primer día- pueden darse un chapuzón en la piscina, acondicionada e iluminada para ello; permanecer en el césped, convenientemente acotado; o cenar en la zona de comidas de la instalación. Todo aquel que quiera puede pasarse por las instalaciones hasta el día 23 de julio disfrutando del precio habitual de los tiques.


A la entrada, el taquillero se encarga de dar paso a los nuevos usuarios, pero asegura que a las 20.30 suele haber más gente. "Lo que más hay son chavales que vienen por la mañana o la tarde y gente que sale de trabajar tarde y aprovecha esta apertura. La mayoría de la gente viene con bonos, se venden muy pocas entradas".


Desde la organización aseguran que normalmente, cuando el tiempo acompaña, hay mucha gente que se suma a la iniciativa para aprovechar la temporada de piscina, y probablemente, las noches de este mes muestren unas cifras espectaculares por las altas temperaturas.


"Casi todos los años aprovechamos la ocasión y venimos, llevamos aquí toda la tarde. Nos gustaría que durara más porque se está mejor aquí que en casa encerrados, especialmente por los niños. Nos quedaremos aquí a cenar, pero las mesas se llenan enseguida, deberían poner más" destacó Maribel, una de las usuarias que disfrutó con la familia el primer día de 'Ven a tomar la luna'.


La mayoría de la gente se lleva la cena de casa, van con neveras, bocatas o compran para la ocasión antes de ir, por eso, en el bar no hay mucha afluencia de público. Javier, jefe del restaurante del camping San Jorge, afirmó que lo que más se venden son bocadillos. "No hay mucho movimiento porque la gente o está de vacaciones o la crisis no permite salir a cenar fuera muchos días".


Merche, madre de familia, no es la primera vez que se apunta a tomar la luna. "Tendría que durar más de una semana porque con el calor que hace. "Nosotros venimos después de comer y nos quedamos hasta cerrar. Venimos con la nevera llena de comida y unos juegos y cenamos aquí tranquilamente en familia".


Los socorristas, a pesar de salir de trabajar a las 00.00, están de acuerdo con que la iniciativa debería durar más tiempo, especialmente porque los chiquillos se lo pasan muy bien y disfrutan muchísimo, a la vez que se quitan el calor de estos días de verano.


Los grupos de adolescentes inundan la pequeña zona de césped, donde disfrutan de juegos de cartas y de las cenas con los amigos. En uno de ellos aseguraron que era la primera vez que iban, pero está claro que prefieren este horario en el que las piscinas cierran sus puertas a medianoche, ya sea por refrescarse o por estar un rato más entre amigos.


La mayoría de asistentes coinciden en lo mismo, "cinco días son muy pocos, por lo menos debería durar un mes", por eso aprovecharán estos días de apertura nocturna y no se irán hasta el cierre, lo que muestra que las veladas con luna en la piscina podría ser un proyecto futuro que no durara solo cinco días y se hiciera en las demás piscinas municipales.