AJEDREZ

Georgiev, un ajedrecista que crea escuela

El Gran Maestro búlgaro es un referente para los deportistas

Los jugadores concentrados en sus respectivos tableros en el Open de Benasque.
Georgiev, un ajedrecista que crea escuela
HERALDO

El Gran Maestro búlgaro Kiril Georgiev, que ha sido líder en solitario del XXX Open de Benasque en las últimas rondas, no es un Gran Maestro normal, es uno de los "Grandes". Los aficionados "cuarentones" han crecido estudiando sus partidas en el programa "Informator" y, aunque el apellido Georgiev es bastante común, cuando se hablaba de Kiril ya se sabe que es el Georgiev bueno. Su palmarés lo dice todo: campeón del Mundo sub 20 en 1983, componente de la selección búlgara ininterrumpidamente desde 1984 hasta la actualidad, situado en el top 10 del mundo en 1993 y ganador de innumerables torneos, entre ellos en nuestro país Villarrobledo o La Roda. Además el búlgaro es récord Guinness de partidas simultáneas en 2009 con un total de 360 tableros, ganando 280, entablando 74 y perdiendo solamente seis a lo largo de 14 horas ininterrumpidas.Ha llegado a la cita de Benasque en gran forma, tras ganar en el torneo de Menorca con una puntación de 7,5 sobre 8. Georgiev no sabe hablar castellano, por lo que necesita a su esposa, Emilia Georgieva, quien también está participando en el Open, como traductora. Su gran trayectoria en el Open benasqués le ha llevado a jugar muchas jornadas en la primera mesa, una situación que no le provoca pesadillas. "Aunque soy el número uno del ránking, hay muchos jugadores de muy alto nivel aquí, por lo que no representa ninguna ventaja ni tampoco una presión añadida jugar en la primera mesa. Tengo que jugar bien si quiero ganar", dice. Para lograr la victoria, Georgiev utiliza su propio estilo de juego, que define como "universal". "Igual ataco que defiendo, aunque no me gusta correr riesgos innecesarios. Soy muy sólido", se autodefine.

Esta es la segunda participación del Gran Maestro en el Open de Benasque tras quedar segundo en la edición 2009, empatado a puntos con el vencedor. Las buenas sensaciones del primer año provocaron que el jugador del este tenga una buena opinión del torneo. "Es un sitio ideal para descansar y jugar al ajedrez. La sala de juego es muy amplia, con mucho espacio y capaz de acoger con comodidad a la gran cantidad de participantes que juegan en el Open y en el resto de torneos", opina. Además, no ha disfrutado solo del torneo sino que ha estado acompañado en todo momento por su esposa Emilia Georgiev quien también quiere valorar el torneo aragonés: "No soy una jugadora muy fuerte, sí conozco el mundo del ajedrez e incluso estudié cuatro años y entiendo la dedicación que precisa el ajedrez profesional. Solo puedo jugar torneos con mi marido en verano, en vacaciones".