El Huesca es más grana que azul desde ayer, día en que presentó cuatro futbolistas procedentes de Osasuna. Galán es algo más que una promesa; Jokin, un viejo conocido de la parroquia oscense que ya apuntó maneras hace dos años; Andrés es una apuesta para la portería y Vega, el máximo goleador del filial 'rojillo'. Agustín Lasaosa, vicepresidente del club, hizo las bendiciones oportunas para engranar las nuevas piezas del puzzle.Después de un posado conjunto sobre el césped del Alcoraz, los jugadores fueron desfilando de uno en uno por la sala de prensa José Luis Trallero. Con caras despiertas pese al reciente "Pobre de mí" pamplonés, todos ellos reflejaron notable entusiasmo por su nuevo destino.

Abrió fuego Jokin, el autor de aquel gol en Balaídos en una de las gestas del primer año en Segunda. El extremo, "porque sigo siendo extremo derecho o zurdo, donde me pongan", reconoció sentirse alegre "por volver a un sitio donde fui muy bien recibido". En su discurso se apreció la huella "de un año complicado, con menos minutos en Osasuna de los que me habría gustado", aunque admitió haber aprovechado "la experiencia para aprender".

El nuevo jugador azulgrana es consciente de la "dureza" de la Segunda División, en la que habrá que intentar "estar lo más arriba posible". De sus compañeros dice que "son personas increíbles" y deja claro que, "aunque somos amigos, sabemos a lo que venimos aquí".

Andrés Fernández es la única de las cuatro cesiones osasunistas con denominación de origen foránea. Nacido en Murcia, pasó por las filas del Mallorca B antes de recalar en el conjunto navarro. "Tenía muchas ganas de salir cedido a Segunda", señaló el guardameta, que no se arredra ante la competencia que encontrará con Jesús Cabrero. "Eso es algo que siempre vas a tener. Y si juego yo en lugar de Cabrero no será porque le quite el puesto, sino porque el entrenador cree que debo hacerlo yo".

Se define como un cancerbero "sólido, que se mueve bien bajo palos. Con la pelota tampoco soy cojo", bromeó Andrés, al que le han hablado "muy bien del club y de la ciudad" y que pide para la temporada "el menor sufrimiento posible".

Jorge Galán, además del apellido de conquistador, ya sabe lo que es debutar en Primera y marcar gol. Fue una pretensión azulgrana en el mercado de invierno, como le recordó Lasaosa. Ahora tiene unas "ganas enormes" de demostrar lo que vale "en una categoría que no conozco y que representa un reto para mí". Sabe que la asignatura pendiente del último Huesca fue el gol y en ese sentido viene "dispuesto a aportar".

Galán, "agradecido" con la oportunidad que se le brinda, no dio muchas vueltas para definir su perfil de ariete. "Me gusta moverme bien en la línea de los defensas e irme rápido para dentro en cuanto encuentro un hueco".

Vega, ambicioso

El último en comparecer ante la prensa fue Óscar Vega, cuya tarjeta de presentación son los doce goles que le han convertido en el máximo artillero del filial rojillo en la división de bronce. Suena convincente cuando habla de sí mismo como un futbolista "rápido, que se sabe mover entre líneas, bajar a recibir; soy el típico delantero pequeño y habilidoso".

Vega aterriza después de un año de vino y rosas en el que lo ha jugado "casi todo", por lo que esta cesión le resulta como "un premio que tengo que aprovechar".

Aunque Galán es delantero como él y Jokin actúa como extremo también muy adelantado, Vega no tiene reparos al asegurar que "con Galán ya he demostrado que me compenetro bien. Pienso que podemos jugar los tres perfectamente". La declaración de intenciones es muy positiva. Ahora toca sudar para ganárselo.